5 oct 2011

Historia de Latifah

Assalamu alaikum warahmatu Allahi wabarakatuh (La paz, las bendiciones y las misericordia de Allah sean con ustedes)
Yo nací y fui criada en una familia católica. A una temprana edad comencé a pasar mucho tiempo con una tía y con ella me empezó a gustar la brujería; yo tenía 10 años y comencé a hacer cosas con ella, a pesar de que yo asistía a la iglesia y allí decían que era algo malo yo no creía: En esto pase mucho tiempo hasta que comencé a sentir cosas muy extrañas durante la noche, a veces estando despierta no podía moverme, ni hablar, ni pedir ayuda, aunque viera a mi hermana sentada cerca de mí; cuando le conté a mi tía me dijo que me estaban haciendo algo y sugirió curarlo con más brujería, como solo pasaba esporádicamente pues no le hice caso y cuando pasaba pedía ayuda a Dios mentalmente y después de un rato pasaba. Lo peor fue que pasaron los años y luego le enseñe esto a mi mejor amiga, ella se interesó tanto que comenzó a leer las cartas y recibía pago por hacer esto. Yo seguía siendo católica, asistía a misa, leía la biblia y libros católicos, pero cada vez me sentía más confundida y empecé a sentir que no creía en nada de eso.
Cuando tenía 16 mi mejor amiga hizo la confirmación en la iglesia católica y ahí tome la decisión de que yo no la iba a hacer porque no creía en todo lo que la iglesia católica profesaba.
Una señora cristiana me hablaba muchísimo y me decía que aceptara a Jesús, (la paz sea con él), en mi corazón, yo lo hice, me pareció normal, pero seguí con mis dudas de muchas cosas. No quise asistir a las reuniones que ellos hacían, yo le dije que yo prefería no asistir a ninguna iglesia ni templo, pero igual empecé a sentir que todo lo de la brujería era malo y me costó muchísimo tiempo y esfuerzo para  convencer de esto a mi amiga, le dije que eso eran cosas del demonio, audhu billah (me refugio en Allah), y ella misma me decía que era algo muy extraño y difícil de dejar, pero Alhamdulillah  (Alabado sea Allah) con el tiempo lo pudo lograr.
Luego comencé a volverme muy escéptica respecto a las religiones, sobre todo cuando entre a la Universidad, yo creía que lo que no podía probar la ciencia no era cierto, mi mamá me decía que yo era "atea" pero lo que yo decía era que yo lo único que creía era que tenía que haber "algo muy grande, un ser superior que creo todo", para mí esa era mi idea de Dios, y no creía en nada más.
Un día vi en la Universidad que abrieron un curso de idioma turco y me inscribí porque me gustan mucho los idiomas, entonces comencé a asistir y un día en la clase un compañero mencionó que el profesor no comía cerdo porque "ellos eran musulmanes". Yo me quede tan pensativa, yo no sabía que él era musulmán ni mucho menos que no comían cerdo y me entró la curiosidad. Cuando conocí a la esposa de m profesor, una mujer musulmana, yo me asusté, sinceramente, porque eran muy buenas personas (yo creía que los musulmanes eran solo los terroristas que mostraban en televisión) así que les empecé a preguntar cosas y cosas, ellos muy amables nos explicaban aunque no fuéramos musulmanes siempre nos trataban muy bien a mis compañer@s y a mí.
Como siempre he sido más bien "incrédula", pues empecé a buscar por mí misma, en internet, en la biblioteca, leí muchos libros y me pareció interesante, muchísimas cosas que yo no sabía. Cuando leí sobre los milagros científicos del Corán yo sentí que si hasta la ciencia podía probar lo que decía ahí, tenía que ser verdad, pero igual yo no quería meterme en algo que no conocía bien.
Al semestre siguiente una compañera de la clase de idioma turco me dijo que ella era musulmana y que si quería me podía llevar a la masjid (mezquita), pero yo no podía ir porque yo siempre tenía clases los viernes. Entonces busque por internet la dirección de la mezquita, les escribí un email y les dije que yo quería ir y conocer, pero que no podía ir los viernes y un señor musulmán me invito a unas clases de árabe y de Islam allí en el Centro Islámico, los sábados y que no importaba que no fuera musulmana.  Empecé a asistir todos los sábados, me gustaba mucho el ambiente de respeto, la caligrafía, la forma en que explicaba todo, el señor nos explicaba todas nuestras dudas con paciencia y a mi cada día me gustaba más el Islam y yo sentía que era lo mío, pero por alguna razón no me decidía.
Las señales de Allah pueden llegar de donde uno menos lo espera: Uno de esos días me encontré en la Universidad con una vieja amiga del colegio, la conocía de toda la vida, ella y el amigo con que estaba eran cristianos, hablamos muchísimo, ellos me hablaron cosas muy lindas, pero me decían que solo me salvaría si creía en Jesús, yo les decía que habían otras religiones y que yo veía en el Islam otras cosas muy buenas que me gustaban mucho, se pasaron horas tratando de convencerme (y yo como siempre como un poco escéptica), hasta que ellos me dijeron, bueno si no crees esta noche antes de dormir pídele a Dios con mucha fe que te muestre el verdadero camino y esta misma noche tú lo veras, una señal o vas a ver a Jesús o lo vas a sentir, o vas a tener un sueño. Y bueno, yo les hice caso, le pedí a "Dios" con todo mi corazón que me diera una señal, que me mostrara realmente cual era el camino que yo debía seguir, y lo que soñé fue tan hermoso, tan nítido que nunca lo voy a olvidar: Vi mucha gente, estaba un templo grande y yo estaba ahí en una especie de "ceremonia", me dijeron que recitara de un libro hermoso escrito en letras doradas en árabe, yo les decía que no sabía pero la gente que estaba allí me decía que sí podía. Eso fue lo único que pasó esa noche. Cuando desperté yo busqué en internet y ese libro era el Corán, yo nunca lo había visto en árabe, y no sabía que la primera revelación del Corán fue esa misma frase: Recita, lee en el nombre de tu Señor...
Fue increíble, pero ese fue el camino que Allah me dio, era la señal que yo estaba esperando desde ese día lo supe y seguí yendo a las clases en la masjid (mezquita), hasta que un día le dije a mi profesor que yo quería hacerme musulmana, el se asustó y me pregunto si estaba segura, si no lo hacía por nadie más, pero yo estaba y sigo estando 100% segura.   Ese fue el día más feliz de mi vida y solo por decir con mi lengua y mi corazón  que "No hay más dios digno de adoración que Allah y Muhammad es su mensajero". Eso fue el 4 abril de 2009. Me han pasado muchas cosas, pero lo único que tengo seguro en esta vida es mi creencia y siento que nunca la dejaré por nada ni por nadie en el mundo inshaallah (si Allah quiere).
Realmente cuando se busca la verdad con el corazón y la mente abierta, Allah te da más de lo que esperas.

Diana María Moreno (Latifah)