Aisha radiyallahu anha (que Allah esté complacido con ella), era hija de Abu Bakr radiyallahu anhu (que Allah esté complacido con él), quien era el mejor amigo y fiel seguidor del Profeta Muhammad sallallahu allayhi wasallam (La paz y las bendiciones de Allah sean con él). El ángel Jibril (Gabriel) vino en un sueño al Profeta sallallahu allayhi wasallam y le mostró un retrato de Aisha radiyallahu anha sobre un pedazo de seda verde y le dijo: "Ella es tu esposa en esta vida y en la próxima.". Esta unión también le fue sugerida al Profeta sallallahu allayhi wasallam por Khawlah bint Hakim. Aisha radiyallahu anha fue la única virgen que casó el Profeta sallallahu allayhi wasallam y era la esposa más joven (hay un conflicto de narraciones sobre la edad que ella radiyallahu anha tenía cuando se consumó el matrimonio pero fue en el año 2 de la Hijra-migración). De entre las esposas que el Profeta sallallahu allayhi wasallam casó después de quedarse viudo de Khadijah radiyallahu anha, Aisha radiyallahu anha era su favorita, aunque a todas las trataba equitativamente, los sentimientos de amor y afecto estaban más inclinados hacia ella radiyallahu anha. Aisha radiyallahu anha alguna vez le preguntó al Profeta sallallahu allayhi wasallam: “¿Cómo es tu amor por mí?” Él sallallahu allayhi wasallam contestó: “como el nudo de una cuerda” es decir, fuerte y seguro. Entonces muchas veces ella radiyallahu anha le preguntaba: “¿Cómo está el nudo?” y Él sallallahu allayhi wasallam contestaba: “Igual que siempre”. Aisha radiyallahu anha amaba mucho al Profeta sallallahu allayhi wasallam y como ser humano que ella radiyallahu anha era a veces sentía celos, por ejemplo: cuando se puso de acuerdo con Hafsah, Saudah y Safiyah radiyallahu anhum (que Allah esté complacido con todas ellas) para decirle al Profeta sallallahu allayhi wasallam que la miel que le daba Zaynab radiyallahu anha le dejaba un aliento desagradable de manera que no pasara tanto tiempo con ella radiyallahu anha mientras le daba la miel que tanto le gustaba, por ello Allah reveló que el Profeta sallallahu allayhi wasallam no debía dejar de comer aquello que es lícito por agradar a sus esposas. Aisha radiyallahu anha era una joven inteligente y observadora, con una memoria muy buena, rápida y precisa; no tenía miedo de contestar para saber la verdad o hacerla saber. Solía sentarse con otras mujeres y transmitir el conocimiento que había recibido del Profeta sallallahu allayhi wasallam y hasta los últimos días de su vida, ella radiyallahu anha fue fuente de conocimiento y sabiduría para toda la ummah (comunidad). Se le atribuyen una cantidad de 2.210 ahadith (hadices). Otra de las cualidades que destacaba en su personalidad era la generosidad, ningún necesitado o hambriento se iba con las manos vacías después de solicitarle su ayuda aunque esto significara que ella radiyallahu anha se quedara sin nada. Aisha radiyallahu anha contó con muchas bendiciones como que el ángel Jibril le mandara su salam (saludo de paz), además, las revelaciones coránicas venían frecuentemente al Profeta sallallahu allayhi wasallam mientras reposaba junto a ella radiyallahu anha en su apartamento, el cual en muchas ocasiones solía estar rodeado por ángeles. En una ocasión, cuando Aisha radiyallahu anha se encontraba en una expedición acompañando al Profeta sallallahu allayhi wasallam, perdió su collar por lo que fue a buscarlo pero al regresar la habían dejado, ya que los hombres que cargaban su litera no se habían dado cuenta que no estaba en ella debía a que solía tener cortinas y además Aisha radiyallahu anha no pesaba mucho, más luego la encontró Safwan ibn al Mu’attal y la llevó de regreso a casa, pero esto generó algunos comentarios malintencionados entre los hipócritas e incrédulos en contra de Aisha radiyallahu anha lo cual tenía apesadumbrado al Profeta sallallahu allayhi wasallam, tal situación causó tanta tristeza y preocupación en Aisha radiyallahu anha al punto de enfermar. Entonces Allah reveló unas ayat (versos) que la libraron de toda culpa y probaron su inocencia (Surah Al-Anbiyáa 21 Ayat 11-19). Cuando se acercaba la hora final del Profeta sallallahu allayhi wasallam en esta vida, pasó sus últimos días en el apartamento de Aisha radiyallahu anha donde también fue enterrado luego de morir en el regazo de su esposa favorita. Aisha radiyallahu anha murió mucho después en el año 58 de la Hijra (migración).
Fuente:
Artículo "Aishah bint Abu Bkar"
Libro:
Great Women of Islam
Autor:
Mahmood Ahmad Ghadhanfar
Traducido del árabe al inglés por:
Jamila Muhammad Qawi
Revisado por:
Sheikh Safiur-Rahman Al-Mubarakpuri
Editado por:
Muhammad Ayub Sapra
Muhammad Farooq
© Darussalam
Resumen y Traducción del inglés al español por:
Este artículo es una versión breve del artículo original, este resumen ha sido realizado y a la vez traducido del inglés al español por "Islam Para La Mujer Hispanohablante".