Una gran expectativa que tenemos cuando nos casamos con respecto
a nuestra pareja es pensar que él será la solución mágica a todos nuestros
problemas, esperamos que él sea el esposo perfecto, no humano, sin errores y es
entonces ahí cuando el matrimonio peligra al decepcionarnos de que nuestro
cónyuge no resulte ser aquello que teníamos en mente. Por ello es importante
tener expectativas moderadas y reales sobre nuestro futuro esposo.
¿Cómo hacerlo?
Primero, debemos tener presente que nuestro esposo no tiene la
responsabilidad de darnos todo aquello que nos faltó en nuestra infancia o en
nuestras relaciones anteriores, nuestro esposo no viene para suplir nuestras
carencias afectivas pasadas, sino que viene a construir una relación
matrimonial de mutuo amor y responsabilidad y compartir la vida juntos.
Segundo, debemos recordar que nadie es perfecto y que no podemos
hacernos ilusiones de que nuestro esposo va a ser alguien que jamás se
equivocará o que jamás nos causará daño. No debemos idealizar a nuestro esposo
pensando que es perfecto. No es así. Durante el matrimonio, ciertamente habrá
momentos en que tanto nuestro esposo como nosotras mismas cometeremos errores que
causarán dolor, pero eso no significa que no seamos la pareja ideal, sino que
debemos trabajar en esos errores para no volverlos a cometer y salir adelante
sin rencor para continuar mejorando nuestra relación matrimonial.
Tercero, debemos tener claro que la relación matrimonial no es todo
color de rosa y que habrá momentos en que las cosas se pongan color de hormiga,
es decir muy difíciles, ya que en la vida hay momentos agradables pero también
hay momentos difíciles, siempre se presentarán problemas en la relación, lo
importante es saber enfrentarlos y resolverlos juntos como pareja, no esperar
que nuestro esposo los resuelva solos, ya que la relación es de los dos.
Cuarto, nuestro cónyuge y nosotras venimos de diferentes modelos
familiares, por ende su idea de cómo debe ser un matrimonio y nuestra propia
idea del ideal de pareja pueden ser muy diferentes, así que no puedo suponer
que mi esposo ya sabe lo que yo espero que él sea o que él haga en nuestra
relación, es necesario que ambos expresemos verbalmente lo que esperamos el uno
del otro para que después no nos hagamos falsas expectativas.
Quinto, “No me pidas más de lo que puedo dar”, esto es una gran verdad,
no podemos esperar de nuestro esposo algo que no nos puede dar, tengamos
expectativas reales, no esperemos que él sea el súper esposo, recordemos que
superman y superwoman, son solamente personajes ficticios, no son reales, el
príncipe azul de los cuentos de hadas tampoco existe. Pongamos los pies sobre
la Tierra, para después no caernos de las nubes y chocarnos con una realidad
que no esperábamos. “Lo que ves es lo que hay”, tu esposo solamente te podrá
dar aquello que humanamente esté en condiciones de darte así que ten
expectativas reales y moderadas sobre él.
Sexto, “Da sin esperar recibir”, muchas veces nos sentimos inconformes
en nuestra relación matrimonial porque damos mucho a la relación y sentimos que
nuestro esposo no sabe apreciarlo, valorarlo o reconocerlo. El hecho de que tu
esposo no te diga siempre “gracias” o que no mencione lo mucho que haces no
significa que no se esté dando cuenta de todo lo que haces, tal vez tu esposo
no utilice un lenguaje verbal para expresártelo pero recuerda que la
comunicación no es solamente palabras sino también conductas. Tal vez no te
esté diciendo “gracias” pero te sirve sorpresivamente el desayuno en la cama o
está pendiente de que estés bien, tal vez esa sea su forma de expresar
agradecimiento y de aportar a la relación.
Por último, recuerda que es importante no solamente que tú te
plantees expectativas reales moderadas sobre tu esposo y la relación
matrimonial sino también que conozcas las expectativas que tiene tu esposo con
respecto a ti y la vida matrimonial, así ambos podrán saber si sus expectativas
son similares, compatibles y realizables.
Si se es compatible entonces se puede seguir adelante con el
proyecto de vida matrimonial juntos, de lo contrario es mejor que cada quien
tome su camino ya que querer continuar con alguien que no es realmente lo que
buscamos y necesitamos solamente nos va a llevar a la frustración, desilusión y
fracaso.
Para terminar, vale mencionar y reflexionar sobre el siguiente
versículo coránico sobre la relación matrimonial:
“Y entre Sus signos esta
haberos creado esposas de entre vosotros para que encontréis en ellas sosiego,
y puso entre vosotros amor y misericordia. Por cierto que en esto hay signos
para quienes reflexionan.”
(Corán 30: 21)
De: Guía detallada para
prepararse para el matrimonio: CAMINANDO HACIA EL MATRIMONIO
Publicada en: https://www.scribd.com/document/314040119/Caminando-Hacia-El-Matrimonio-Por-ISLAM-PREMATRIMONIAL