Assalamu alaikum warahmatu Allahi wabarakatuh (La paz, las bendiciones y las misericordia de Allah sean con ustedes)
Cuando empecé a querer conocer el ISLAM, ignoraba todo, no sabía ni tenía idea de cómo era, solo el hecho de la curiosidad fue el hecho de quererlo conocer, por eso quiero compartir la experiencia de cómo empezó todo en mi vida y si esto puede ayudar a alguien le daré las gracias a Allah, subhana wa ta’ala (Glorificado y Exaltado sea), por dejarme tener esta oportunidad.
Empezaré a contaros cómo fue mi conversión al Islam, así podréis ir conociéndome y sabréis de mi experiencia. Espero que esto le sirva a más hermanas conversas que por desgracia se desesperan cuando empiezan a contarlo a sus familias, para nada queridas hermanas, lo único que debemos de tener es Fe y creer en Allah con fuerza, pues si no se siente eso, no estamos convencidos de lo que queremos hacer.
Empezaré mi relato:
Siempre me ha atraído la cultura árabe, siempre lo he preguntado todo y más aún porque mis padres vivieron en Melilla, España por 18 años.
Yo nací en el seno de una familia cristiana, mi padre era militar, conoció a mi madre en Valencia y luego se casó con ella, aquí tuvieron a mi hermana mayor, luego se fueron a Melilla donde estuvieron 18 años, allí en Melilla nacieron otros tres de mis hermanos, después se volvieron a Valencia y al regreso nació mi hermano y más tarde yo.
En total tuvieron seis hijos, la última fui yo, mi madre me tuvo a los 54 años, ella ahora es muy mayor y yo cuido de ella. Todo empezó porque empecé a trabajar de técnico agrícola en unos viveros donde conocí a mucha gente: árabes, pakistanís e indios, gran variedad de culturas, era el año 2002 y yo siempre estaba preguntando a los marroquís sobre el Islam, al principio no me daban mucha información pero Allah puso en mi camino a mi hermano Said, él fue mi guía.
Él me daba toda la información que yo quería hasta que un día le dije: “¿Said por qué no me consigues un Corán traducido al español? así yo lo leo y veo de que se trata”, entonces llegó el Viernes y mi hermano Said me trajo El Corán, cuando terminamos de trabajar por la tarde, él me dijo: “tengo una cosa para ti”, y me lo entregó, me lo llevé a mi casa y lo empecé a leer el domingo, ¡cuál fue mi asombro! esa lectura me enganchaba no podía dejar de leerla, ¡cuál fue mi asombro cuando llegué a saber que el profeta Jesús, la paz sea con él, no había muerto! todas mis dudas se habían cumplido, esa cruz que cuando yo entraba en la Iglesia no me decía nada, esas imágenes, todo. Seguía leyendo, estuve así toda la semana, a pesar de estar trabajando no podía dejar esa lectura, llegó el domingo siguiente y ya había acabado de leerlo, tarde una semana justa en leer todo el Corán.
De domingo a domingo, una semana justa, cuando llegué el lunes al trabajo le dije a mi hermano y guía: “Said, quiero ser musulmana”, él me dijo: "¿Estás convencida?" yo le contesté: "SÍ", él me volvió a preguntar: "¿Estás segura de lo que quieres?", y yo le dije: "Sí, estoy totalmente segura y convencida, quiero ser musulmana. Va a llegar Ramadan y quiero ser musulmana antes de que empiece Ramadan", así que al día siguiente martes, fuimos a la masjid (mezquita) grande de Valencia, allí hice la Shahadah (testificación de fe), las palabras salían de mi boca como un manantial de agua: "Ash hadu anna la ilaha ila Allah wa ash hadu anna Muhammadan rasulu Allah (Testifico que no hay más divinidad que Allah y testifico que Muhammad es su mensajero)".
Mi cuerpo se estremecía, toda yo temblaba de emoción, de sentimiento, de alegría, rompí a llorar, y Alhamdulilah (Gracias a Allah), ya había vuelto al Islam. Era como si siempre hubiera seguido en esta religión, nunca me he sentido una conversa, porque mi alma siempre había sido musulmana, mis sentimientos y toda yo.
Entonces en ese momento era una inmensa felicidad, yo ya llebaba mi velo y había cambiado mis ropas y mis costumbres, pues momentos antes de hacer la Shahadah ya había cambiado, nunca me he arrepentido de lo que en ese día hice y nunca me arrepentiré pues éste es el camino que quiero y que he querido, hasta que Allah decida que cierre los ojos para emprender mi viaje a la otra vida.
En ese tiempo estaba casada con un cristiano, llegué a casa muy contenta, allí estaba mi madre y mi marido, entonces cuando me vieron mi madre no puso ninguna objeción, al contrario me aceptó. En cambio mi marido se rió de mí diciéndome: "Estás loca", yo no hice caso, pasaron unos meses y se lo comuniqué a mis hermanas, aunque ellas ya me habían visto, ellas pensaron lo mismo pero no hablaron más del tema, al cabo del tiempo, yo ya sabía que no podía estar casada con un cristiano y hablé con él, se lo dije tal cual y le pedí que conociera mi religión y que entrara en ella, entonces él contestó que no creía en Dios, que él no cumplía con su religión y tampoco cumpliría con ninguna, ahí empezó mi calvario, le contesté: "Te doy dos años, aunque solo tengo que darte cuatro meses pero yo te doy dos años, en estos dos años no voy a tener relación ninguna contigo. Si cuando pasen sigues igual pediré el divorcio", quiero decir que antes de este matrimonio tuve otro matrimonio del cual me quedé viuda, durante los cuatro años de ese primer matrimonio fui una mujer maltratada psíquica y físicamente, del cual nacieron dos hijas: Angela y Verónica, las cuales eran muy chiquititas cuando quedaron sin padre. Ahora ellas se llaman Malak y Amina.
Volviendo al segundo matrimonio pasaron los dos años, ya se había cumplido el plazo, y volví a hablar con él, fue como si no hubiera pasado el tiempo, la misma pregunta, la misma respuesta. Pedí la demanda de divorcio y me divorcié, con mi segundo marido tuve un niño que se llama Juan José, ahora se llama Yahia. Volví a quedar sola pero esta vez con tres niños, a los siete meses conocí a mi marido actual, Salah Eddine y me casé con él.
Allah siempre ha estado conmigo, siempre me ha guiado.
Allahu Akbar (Allah es el Más Grande), Allah es Grande, muy grande, hoy llevo tres años casada, soy muy feliz y mis hijos tienen un magnifico padre y yo un gran marido, hermano y guía.
Quiero puntualizar unos detalles a continuación:
La única musulmana de la familia soy yo, mis hijos y mi marido, mi familia sigue siendo cristiana, o sea, mi madre y mis hermanos, sobrinos y demás. Pero le pido Allah por todos ellos, que los guíe y que los lleve al camino correcto, por mi parte seguiré hablándoles del Islam seguiré intentado que vuelvan al Islam.
Queridas hermanos este es el resumen de mi conversión al Islam.
Quisiera decir una cosa muy importante, cuando escribí este pequeño resumen de mi conversión al Islam, mi madre era cristiana, pero hace dos meses ella hizo su Shahadah, con 88 años que ella tiene, también ha regresado al Islam, ella siempre me dice: “gracias a Allah que me quitó la venda de los ojos.”
En la actualidad llevo 8 años queriendo trasmitir el mensaje del Islam a todo el mundo que me permite hablar sobre él, también sufro de insultos, de burlas, hasta he tenido que poner denuncias por mis hijos en el colegio, con mis hermanas han vuelto a hablarme aunque por desgracia ya no es lo mismo de antes, pero con todo esto y aunque me vinieran más cosas siempre digo: “Alhamdulillah” por todo, sea bueno o malo.
De mi madre me ocupo yo, pues mis hermanas están muy ocupadas en sus casas y no tienen tiempo de poderla visitar ni llamar por teléfono, eso dicen ellas, lo cual me duele en el alma pues mi madre es y ha sido una mujer que siempre se ha dejado la vida por nosotros, pero Alhamdulillah, inshallah (Si Allah quiere) espero que cambien más las cosas y ellos también puedan cambiar igual que nosotras lo hemos hecho.
De mis hijos, qué puedo decir, que son unos hijos maravillosos que llevan su din (religión/estilo de vida) magníficamente, que tienen un amor y un respeto especial, son muy buenos estudiantes y le pido a Allah, subhana wa ta’ala, que los siga guiando por el camino que llevan. No dejan de rezar, están aprendiendo árabe con mi marido Salah, son buenos hijos, buenos hermanos y buenos nietos.
Mi marido, qué puedo decir de él, es muy buen musulmán, cumple con su din y siempre nos enseña todo lo que sabe y sigue aprendiendo, su padre era imam (líder religioso) y él conoce todo muy bien, lo cual nos sirve a nosotros para que nos pueda enseñar y hablar de nuestro din, él es de Tetuán, Marruecos, se convirtió en padre de 3 niños de golpe y dice mis hijos, nunca ha dicho los hijos de mi mujer, los educa como suyos, a mi madre le da todo el cariño que se la puede dar y más aún, conmigo tiene muchísima paciencia, lo cual le agradezco a Allah, subhana wa ta’ala, por haberlo puesto en mi destino.
Por todo ello doy mil gracias a Allah subhana wa ta’ala, por todo lo que me da y recibo pues soy millonaria en amor, paz y tranquilidad, pienso que todas las pruebas de Allah subhana wa ta’ala, son exámenes que tengo que pasar y sobre mi din y mi iman, creo que siempre tenemos que aprender para nutrirnos, tenemos que alimentar nuestro corazón para llegar a sentirnos satisfechos con nosotros mismos, para sentir el amor a Allah, subhana wa ta’ala, y a nuestro Profeta Muhammad, sallallahu allayhi wasallam (la paz y las bendiciones de Allah sean con él), y poder ser mejores personas ya que los que hemos decido regresar al Islam y los que siempre han estado en el Islam, no tratemos de cambiar ninguna enseñanza ni modifiquemos, simplemente busquemos el conocimiento para un buen entendimiento, no queramos buscar seis patas al gato cuando sólo tiene cuatro, empecemos a respetarnos y atendernos como Allah, subhana wa ta’ala, y nuestro Profeta Muhammad, sallallahu allayhi wasallam, nos han enseñado, leamos el libro sagrado, nuestro Corán.
Gracias por haberme atendido, espero que esto ayude para reflexión y para aquellos que siempre me dicen que arregle mi casa, mi casa ya la empecé a arreglar desde hace 8 años y que siempre tenemos que estar arreglándola para llegar a ser buenas personas, en general, más que la casa, nuestro corazón porque si no, nunca se puede arreglar nada, un cordial saludo a todas, que Allah subhana wa ta’ala las bendiga guíe y proteja…Amin
Vuestra hermana Warda
Vuestra hermana Warda