Hoy en día, se habla mucho sobre que los hombres y las mujeres deben ser “iguales”, sin embargo, si bien tenemos aspectos semejantes también tenemos características que nos diferencian. Ambos somos seres humanos, mas nuestro cuerpo y nuestra parte psíquica no son iguales, tenemos diferencias tan obvias como las anatómicas que determinan si somos hombres o mujeres, así como también diferencias a nivel celular y funcional como lo ha descubierto la ciencia a través de sus estudios recientes. Por ende, nuestros comportamientos no son los mismos, hay características que son más propias de las mujeres y otras de los hombres, a manera general, incluso libros se han escrito al respecto como por ejemplo el tan famoso: “Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus”. A pesar de las diferencias existentes a nivel estructural -las cuales por cierto no nos hacen ni inferiores ni superiores al sexo opuesto- hay un aspecto en el que somos totalmente invariables y es a nivel espiritual, donde tanto hombres como mujeres tienen la misma condición y situación, y solo lograrán diferenciarse por sus obras, Allah aceptará las acciones hechas por ambos géneros. Tanto hombre como mujer recibirán recompensa por sus buenas obras y castigo por sus malas obras. El paraíso y el infierno no son lugares exclusivos para hombres o para mujeres, ambos entrarán ya sea al uno o al otro dependiendo de sus obras y de la misericordia de Allah cuando juzgue a cada uno. Todo esto muestra que efectivamente hay una equidad entre el hombre creyente y la mujer creyente, y esto lo ha concedido Allah, quien ha sido Justo con sus siervos. Cuando otras religiones, han considerado a la mujer como un ser inferior, sin alma, e inclusive fuente de pecado, llegándola a catalogar como un ser diabólico, el Islam por lo contrario ha reivindicado el estatus de la mujer creyente.
Centrándonos en la equidad del hombre creyente y la mujer creyente, podemos encontrar varias ayat (versículos) en el Corán que nos dan muestra de esto:
· “El creyente, varón o hembra, que obre bien, entrará en el Jardín y no será tratado injustamente en lo más mínimo.”
Surah An Nisa 4 Ayah 124
· “Pero los creyentes y las creyentes son amigos unos de otros. Ordenan lo que está bien y prohíben lo que está mal. Hacen el salat, dan el zakat y obedecen a Allah y a Su Enviado. De ésos se apiadará Allah. Allah es Poderoso, Sabio.”
Surah At Taubah 9 Ayah 71
· “Al creyente, varón o hembra, que obre bien, le haremos, ciertamente, que viva una vida buena y le retribuiremos, sí, con arreglo a sus mejores obras."
Surah An Nahl 16 Ayah 97
· “Allah ha preparado perdón y magnífica recompensa para los musulmanes y las musulmanas, los creyentes y las creyentes, los devotos y las devotas, los sinceros y las sinceras, los pacientes y las pacientes, los humildes y las humildes, los que y las que dan limosna, los que y las que ayunan, los castos y las castas, los que y las que recuerdan mucho a Allah.”
Surah Al Ahzab 33 Ayah 35
El Islam es una religión y forma de vida perfecta, reconoce la naturaleza del hombre y de la mujer tal y como son, asignándoles derechos y funciones acordes a sus igualdades y diferencias, tratándolos con perfecta equidad como Allah ha establecido. Tan justa es la posición de la mujer en el Islam, que la mayoría de nuevos musulmanes alrededor del mundo son del género femenino, mujeres que libre y voluntariamente optan por el Islam, lo que muestra que ciertamente esta religión brinda a las creyentes de todos los tiempos y culturas un lugar excepcional con respecto a otras religiones y sistemas de gobierno.
¡Alhamdulillah (Gracias a Allah) por ser muslimahs (musulmanas)!
Autoría:
Este artículo ha sido escrito por "Islam Para La Mujer Hispanohablante".