Abrazar el Islam es una bendición, regresamos a nuestra verdadera naturaleza de sometimiento a Nuestro Creador, Allah, sin embargo, una vez que lo hacemos también implica de nuestra parte el comienzo de una nueva vida, una nueva vida donde la fe es parte de cada aspecto y no se limita únicamente a lo religioso pues el Islam no es solamente una religión, sino que es toda una forma de vida.
En nuestra din (religión/estilo de vida) encontramos tanto cosas que podemos como cosas que no podemos hacer, cosas que son parte de nuestra obligación como musulmanes pero también cosas voluntarias. Todas ellas no se pueden llegar a saber de la noche a la mañana, para ello es necesario adquirir conocimiento, y en el Islam aprendemos algo nuevo cada día, por lo que estudiar nuestra din debe ser una práctica constante. Lo importante es que a medida que vayamos aprendiendo poco a poco, vayamos también incorporándolo a nuestra nueva vida.
Al convertirnos, toda una vida de hábitos, costumbres y tradiciones es dejada atrás, lo cual no resulta fácil para todo el mundo, especialmente cuando vivimos en casa de nuestros padres y más aún cuando todavía lo mantenemos en secreto de ellos. A cada persona le toma su tiempo, a unas más y a otras menos, a unas les resulta más fácil y a otras no tanto.
Actividades de entretenimiento como ir a fiestas, discotecas, bares, citas, pasan a ser solo parte de un pasado; navidad, misa, bautizos, etc., se convierten en celebraciones que no forman ya parte de nuestras creencias; cerdo y alcohol dejan de estar en nuestra comida y bebida; minifaldas y blusas escotadas son relegadas de nuestro armario. Mientras tanto, escuchar, leer y recitar Corán, orar 5 veces, reuniones con las hermanas, visitas para rezar o estudiar en la masjid, empiezan a formar parte de nuestra cotidianidad; celebraciones -que nadie más conoce a nuestro alrededor- como los Id se transforman en nuestros días preferidos del año, sin olvidar nuestro nuevo mes favorito, Ramadán; comenzamos a tener cuidado en lo que comemos evitando alimentos que contengan alcohol o algún derivado de cerdo; ropa larga y holgada y por supuesto velos pasan a ser nuestro nuevo estilo de vestir.
El primer o los primeros años pueden llegar a ser todo un desafío, la primera vez que le decimos no a una invitación a un baile, la primera vez que nos rehusamos a acompañar a nuestra familia a la iglesia, la primera vez que decimos no a un vino, cerveza o cóctel, la primera vez que nos empezamos a cubrir más la piel, la primera vez que usamos velo, la primera vez que tenemos que rechazar una invitación a comer por el ayuno, etc. Para salir de estas situaciones, lo ideal es explicar a la gente nuestras razones religiosas, sin embargo, no en todos los casos es posible hacer esto, entonces podemos pensar en otras formas de excusarnos, como indicar que estaremos ocupadas, o que ya tenemos planes para esa fecha, manifestar que nos sentimos más cómodas con nuestra forma de vestir, mencionar que tal o cual alimento o bebida nos hace mal a la salud, etc.
Algunos entenderán y aceptarán nuestras razones con mucho respeto y otros puede que no, sin embargo recordemos que lo más importante es complacer a Allah, eso es parte de nuestra din, esa es la decisión que tomamos con mucho fervor al hacer nuestro shahadah (testificación de fe).
Entonces disfrutemos el ser musulmanas, vivamos el Islam cada día en cada ámbito de la vida con tal entusiasmo y fe que tanto musulmanes como no musulmanes puedan ver la belleza de nuestra din. Dejar ciertos hábitos del pasado y cambiarlos por otros que verdaderamente nos benefician no debe ser algo que nos entristezca. Si practicar el Islam lo empezamos a sentir como una carga, quiere decir que nos estamos yendo al extremo, y ciertamente el Islam no es extremo ni negligencia, el Islam es un camino equilibrado.
“Allah no pide nada a nadie más allá de sus posibilidades…”
Surah Al Baqarah 2 Ayah 286
Si Allah no nos pide más allá de lo que podemos hacer, entonces ¿por qué nosotras nos imponemos a nosotras mismas o a nuestras hermanas más allá de nuestras posibilidades?
“Cuando el Profeta envió a Mu'adh Ibn Yabal y Abu Musa Al-Ash'ari para llamar al pueblo de Yemen al Islam, les dijo: "Faciliten (los asuntos religiosos a la gente) y no se los hagan difíciles. Más aún, llévenles las buenas nuevas y no los espanten del Islam y obedézcanse unos a otros.
(Transmitido por Al Bukhari No. 4341)
El Islam es fácil y esto es dicho tanto por Allah en el Corán como por el Profeta sallallahu allayhi wasallam en algunos hadices donde menciona:
“Esta religión (Islam) es fácil y quien se imponga una carga mayor de lo debido en (temas de) religión no podrá cumplirla...”
(Transmitido por Al Bukhari No. 39)
“Cada vez que el Profeta, sallallahu alayhi wasallam, tenía que optar entre dos opciones, elegía la más sencilla, siempre y cuando no implicara un pecado”.
(Transmitido por Al Bukhari No. 3560)
Ciertamente los cambios no suceden de un día para otro, todo es un proceso, para unas nos toma más tiempo que otras, pero lo importante es la intención de vivir una vida en obediencia a Allah y poner todo el esfuerzo de nuestra parte para así hacerlo, inshAllah, Allah nos facilitará el camino, aún en los momentos de dificultad.
Autoría del Artículo:
Este artículo ha sido escrito por "Islam Para La Mujer Hispanohablante"