Para las hermanas que van a vivir su primer ramadán como para las que ya lo han venido viviendo más de una vez, éste sigue siendo una experiencia nueva pero totalmente renovante para el cuerpo y el alma.
Para quienes vivirán su primer ramadán en un país de mayoría no musulmana, seguramente se estarán preguntando en su mente cosas como: “¿Cómo reaccionará mi familia con respecto a mi ayuno?”, “¿Cómo les explicaré a mis amistades que estoy ayunando?”, “¿Seré capaz de ayunar tantas horas?”, etc.
Dependiendo del caso hay diferentes alternativas que se pueden considerar para enfrentar estas situaciones de la mejor manera, como por ejemplo:
-En el caso de las hermanas que viven con sus padres y no desean que estos sepan de su ayuno por miedo a su reacción o porque todavía mantienen en secreto que son musulmanas, ellas suelen optar por no estar en casa en el momento del almuerzo tratando de pasar tiempo fuera de casa mientras ayunan, ya sea en su lugar de estudios, en el trabajo o en casa de alguna hermana haciendo actividades como por ejemplo aprender a recitar el Corán.
-En cuanto a nuestras amistades no musulmanas, lo mejor es explicarle que nos encontramos pasando este maravilloso mes de manera que ellas entiendan o por lo menos respeten las cosas que podemos y no podemos hacer durante este tiempo como comer durante el día y así no se conviertan en una distracción o tentación para nosotras, sino en un apoyo.
-En cuanto a poder ayunar, toda musulmana que ha vivido el Ramadán coincide en lo maravilloso de este acontecimiento, el ayuno aunque pueda resultar difícil los primeros días, luego el cuerpo se adapta y el alma se revitaliza con los actos de ibadah (actos de adoración a Allah) cuya práctica se intensifica en este mes. Si es tu primer ramadán se sugiere que practiques el ayuno un poco antes para tener una idea previa de cómo se siente el mismo y te prepares. Cuando ayunes es importante que no olvides tener una comida para antes del tiempo de la oración Fajr ya que esto te permitirá tener energía durante el día de ayuno. Si te encuentras tomando medicina o con alguna enfermedad, es necesario que consultes a tu médico para averiguar si te es permitido ayunar y en caso de que no puedas busca una persona necesitada para que puedas alimentarla en compensación. Si se trata de una enfermedad temporal entonces no es obligatorio que alimentes a alguien en compensación sino solo recuperar tu ayuno una vez te encuentres sana de nuevo.
La reacción de los no musulmanes con respecto a nuestro ayuno suele ser diversa, a algunos les causa admiración y mucho respeto, a otros les causa curiosidad, y a otros simplemente les parece descabellado, sin embargo, solo quien vive el Ramadán puede realmente saber lo que significa el ayuno no solo de comida y bebida (y de las relaciones íntimas entre esposos), sino también un ayuno de sentimientos negativos como el enojo, el ayuno de malos pensamientos y de malos comportamientos.
Otra experiencia maravillosa que forma parte del Ramadán es el iftar (rompimiento del ayuno), algunas hermanas lo hacen en su hogar con su familia, otras lo hacen en casa de diferentes hermanas que las invitan a romper el ayuno con ellas y también suele hacerse en la masjid (mezquita) o centro islámico local, lo cual ayuda a fortalecer los lazos de hermandad entre la Ummah (comunidad). Es importante tener moderación al comer cuando se rompe el ayuno, pues no se trata de devorar todo lo que no pudimos comer durante el día, limitémonos a comer aquello que nos permitirá recuperar las energías y los nutrientes que necesita nuestro cuerpo para seguir llevando el ayuno del mes.
Por supuesto que Ramadán no se trata solamente de ayunar, también implica la práctica de mucha ibadah (actos de adoración) a Allah. Entre los más destacados están:
-La recitación del Corán. Es importante proponerse leer todo el Corán este mes.
-Después de isha hay una oración especial llamada “tarawih”, esta oración que dura un poco más que los 5 salats (oraciones) diarios, suele hacerse en congregación en las mezquitas.
-La búsqueda de Lailat ul Qadr (La noche del destino) en las 10 últimas noches de Ramadán. Es recomendable rezar en ella y pronunciar plegarias y súplicas.
-Algunos musulmanes escogen pasar los últimos 10 días de Ramadán exclusivamente en la masjid (mezquita) apartados de toda distracción para dedicarse por completo a adorar a Allah, ésta práctica se llama I‘tikaf.
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Este artículo ha sido escrito por "Islam Para La Mujer Hispanohablante"