Ser el primer o la primera musulmana en tu familia, en tu escuela, en tu trabajo, en tu ciudad o incluso en tu país, no es tarea fácil, no porque el Islam no sea fácil sino porque muchas veces el ambiente en que estamos no suele ayudarnos a veces en nada, sin embargo, no hay que desesperar, pues aunque todo esté en contra, Allah está a favor de sus siervos, y qué mejor protector que Allah.
Posiblemente muchas de nosotras, por no decir todas, antes de conocer realmente el Islam escuchamos solamente cosas negativas y descabelladas sobre él. Los medios de comunicación nos llenaron la cabeza con ideas totalmente contrarias al Islam como pensar que Allah era otro Dios (astagfirullah-pido perdón de Allah), que los musulmanes eran terroristas, entre otras cosas, todas erróneas, sin embargo, una vez que aprendimos realmente lo que es el Islam de sus verdaderas fuentes: el Corán y la Sunnah, pudimos ver la belleza de nuestra din (religión), y alhamdulillah (gracias a Allah) hoy en día nos contamos entre las creyentes por la maravillosa bendición de hidayah (guía) que proviene de Allah.
Ahora, nosotras sabemos lo que realmente es el Islam y cómo deben ser realmente los musulmanes, digo “deben” porque ciertamente aunque el Islam es perfecto, los musulmanes no lo somos, sin embargo es nuestro deber poner nuestro esfuerzo en alcanzar la complacencia de Allah siguiendo la clara guía que nos ha dado en su palabra y en el ejemplo de nuestro amado Profeta Muhammad sallallahu allayhi wasallam (la paz y las bendiciones de Allah sean con él).
Aunque nosotras conozcamos el verdadero Islam, muchas veces a nuestras familias o amigos no les interesa, a ellos les basta con lo que “ya saben” sobre el Islam y los musulmanes que han aprendido de la televisión, películas o periódicos, señalando estas fuentes como fidedignas, sin tener en consideración la manipulación que se le da a la información en estos medios. Debido a esta “información” que adquieren tienen una idea del Islam y los musulmanes totalmente equivocada, por lo que llegan a crearse prejuicios y estereotipos que hacen que seamos en ocasiones burladas, criticadas, discriminadas y hasta agredidas por nuestra fe.
Esta situación puede llevarnos a sentir al comienzo cierto temor a la reacción de familiares, amigos y sociedad en general, lo cual en ocasiones nos lleva a esconder nuestra fe temporalmente, tal como lo hicieron algunos de los primeros musulmanes en Makkah (Meca) debido a las torturas a las que eran sometidos; sin embargo, con el tiempo, la Ummah (comunidad) se fortaleció, y pudo vivir su fe públicamente hasta hoy en día.
Y cuando finalmente empezamos a hacer pública nuestra fe, con nuestras palabras, acciones y/o vestimenta, los prejuicios se hacen más evidentes y constantes. ¿A cuántas nos ha tocado que nos confundan con una árabe, con una monja o hasta con una hindú? ¿A cuántas nos ha tocado notar las miradas de la gente o sus dedos apuntando hacia nosotras haciendo comentarios? ¿A cuántas nos ha tocado que nos llamen o consideren terroristas? ¿A cuántas nos negaron un puesto de trabajo por no querer desprendernos de nuestro hijab? ¿Cuántas perdimos “amistades” de toda la vida cuando les contamos que somos musulmanas? ¿Cuántas fuimos botadas de nuestros hogares? ¿A cuántas nos dejaron de hablar incluso nuestros propios familiares? Y así una lista interminable de diversas situaciones de discriminación y agresión que muchas enfrentamos a diario.
Sí, en ocasiones puede resultar doloroso y frustrante, sin embargo, no hay por qué rendirse, todo lo bueno y lo malo que vivamos nos puede ayudar a mejorar en nuestro imán (fe) si lo sabemos aprovechar. No podemos evitar que los medios de comunicación sigan trasmitiendo noticias que den una imagen equivocada del Islam, mas debemos aclarar a nuestras familias y amigos que aunque hay cosas que algunos musulmanes hacen, estas no necesariamente representan al Islam sino que muchas veces son un espejo de su cultura, la cual en ciertos aspectos suele estar en contra de lo que realmente dice Allah en el Corán, o en ocasiones se debe también a una incorrecta interpretación de la Shariah (ley islámica), pero que si realmente se aplicara lo que el Islam dice las cosas serían mucho mejor.
De esto sacamos las siguientes conclusiones que nos ayudarán a romper los estereotipos si las seguimos fielmente inshallah (Si Allah quiere):
-Los musulmanes y las musulmanas tenemos la obligación de estudiar correctamente nuestra Din de sus reales fuentes: el Corán y la Sunnah.
-Los musulmanes y las musulmanas debemos ser un vivo ejemplo del verdadero Islam en todo momento y lugar.
Hermanas no nos rindamos y recordemos que por cada preocupación o tristeza que enfrentamos, Allah, el Misericordioso, perdonará algunas de nuestras faltas inshallah.
Autoría del Artículo:
Este artículo ha sido escrito por "Islam Para La Mujer Hispanohablante"