Assalamu alaikum wa rahmatu Allah wa barakatu (La paz, las bendiciones y la misericordia de Allah estén con ustedes)
Me llamo Diana Guerrero, mi nombre muslim es Daania, tengo 24 años. Soy de Bogotá, Colombia, pero actualmente estoy en Brisbane, Australia. Hice mi shahadah (testificación de fe) el 19 de septiembre del 2009. Aquí les relato mi historia:
En febrero del 2009, vine a estudiar a Australia. Como la mayoría de los colombianos en Australia, mi vida se basaba en estudiar, trabajar y por supuesto rumbear. En mi college (instituto educativo) conocí una niña de Arabia Saudita la cual vestia hijab (velo), abaya (vestido largo y holgado con mangas largas) y niqab (velo que cubre la cara), yo hablaba mucho con ella y ella intentaba explicarme que era por su religión, sin embargo ella se regresó a su país y perdimos contacto. Luego, empecé a hacer muchos amigos musulmanes, los cuales me hicieron ver que todo lo que nos muestran en América acerca del islam y la gente en el medio oriente es erróneo. Estos muchachos eran personas muy pacíficas, alegres, siempre se saludaban con el saludo de paz Assalamu Aleikum (La paz esté contigo).
Yo los invitaba a fiestas y ellos iban, pero no tomaban, cosa que a mí me llamaba mucho la atención, pero nunca me atreví a preguntarles acerca de su religión porque como siempre estábamos en ambiente de fiesta no me parecía el lugar ni el momento adecuado para tocar esta clase de temas, sin embargo, conocí a un muchacho que me gustaba mucho, nos volvimos muy cercanos, pasábamos mucho tiempo juntos, pero de repente él me dijo que no podía seguir pasando más tiempo conmigo porque su religión no le permitía tener novia ni nada de eso, entonces ahí fue cuando yo entré en shock, yo no entendía ¡por qué una religión prohibía tener novio!
Finalmente, él se regresó a su país y yo decidí que tenía que investigar qué era lo que realmente decía el Islam para poder darle sentido al comportamiento de ese niño, que antes mis ojos en ese momento era tan extraño. Empecé a sacar libros en la biblioteca, leía en español y en inglés, buscaba artículos en internet, cada día estaba más interesada con lo que leía, pero quería escuchar el testimonio de alguien, que me aclarara un poco más cosas que no entendía, entonces conocí a una hermana por internet, nos hicimos muy buenas amigas, ella había abrazado el Islam hacia varias años, colombiana al igual que yo, usando hijab, abaya y niqab, como la primera amiga musulmana que tuve en mi college, a pesar de que ya entendía más acerca del Islam, se me hacía muy raro ver una colombiana en esas, así que la llene a ella de preguntas, y ella a la vez me respondía minuciosamente cada una de mis dudas lo cual fue generando en mí un sin fin de sentimientos, me di cuenta que la vida que estaba llevando yo no era la que realmente quería, era un mundo muy superficial, en el Islam era todo lo contrario, por ejemplo, yo siempre estudie en colegio de monjas, mi familia es extremadamente católica, pero la verdad habían muchas cosas que no me parecían y nunca nadie en la Iglesia Católica me pudo explicar. Ellos siempre decían "es ahí donde está a prueba tu fe, ¡no preguntes, sólo cree!", así que cuando descubrí que en el Islam todo tiene una explicación razonable, todo tiene sentido, sentí que estaba realmente más cerca de Dios, sentí que quería rezar 5 veces al día como lo hacían los musulmanes, por convicción propia, no como lo hacía antes de ir a misa un domingo cada 3 meses y eso porque mi mamá me obligaba. Otra cosa que me llamó mucho la atención fue que los musulmanes creen en Isa (Jesús) allayhis salam (la paz sea con él) y en Maryam (María), descubrí la verdad acerca de ellos, yo sentía que era como si tuviera una venda en mis ojos y al encontrar el Islam me la hubieran quitado, sentí que ésa era la verdad, no lo que me habían metido en la cabeza desde que nací.
Finalmente me convencí que la mujer en el Islam es más valorada que en cualquier otra religión, entendí que una mujer no tiene porque andar por ahí mostrando su belleza a todo el mundo, pues eso sólo se presta para que le hagan daño y degradar su dignidad, entendí que tomar alcohol es dañino para el cuerpo y para el alma y ¡entendí por qué los musulmanes no tienen novia! jajaja, claro todo encajaba perfectamente, así que me miré al espejo y fui sincera conmigo misma, decidí que estaba cansada de ser la “niña bonita”, “la sexy”, “la rumbera”, “la loca”, como me decían mis amigos, decidí que quería otro estilo de vida, y en el Islam encontré a Dios, y descubrí que seguir sus mandamientos es el único camino para ser realmente feliz. Entonces le dije a uno de mis amigos que me diera el Corán traducido al español, él lo trajo desde Arabia Saudita y cuando lo leí, sentí que la sangre circulaba más rápido por todo mi cuerpo, que el corazón me palpitaba más rápido, firmemente creí en todo lo que decía el Corán y entendí por qué lo decía y sabía qué era lo que tenía que hacer porque era lo que Allah me ordenaba que hiciera.
Supe que sólo sometiéndome a Él alcanzaría todo lo que necesito en mi vida, y que siendo musulmana, la paz, la tranquilidad y la verdadera felicidad vendrían a mi vida. Lo único que me detenía era pensar en mi familia pues sabía que a ellos no les iba a gustar para nada la idea de una musulmana en la familia, sin embargo una noche leí en el Corán un surah (capítulo) en la que Allah dice: “si tu padres no creen, entonces ¿a quién vas a seguir, a Mí o a tus padres?”, ¡oh Dios!, ¡eso me llenó! La respuesta era obvia, esa misma noche tuve un sueño, al día siguiente me levanté y decidí ir a la masjid (mezquita), hice mi shahadah y Alhamdulillah(Gracias a Allah) abracé el Islam.
Desde ese momento mi vida cambió totalmente, ya no vestía como antes, dejé de tomar, me dediqué a leer en vez de salir a rumbear, pasaba mi tiempo libre leyendo el Corán, aprendiendo a rezar, y leyendo acerca del Islam, mis amigos notaron que yo estaba cambiando pero nadie sabía nada hasta que empecé a usar velo, ése fue el momento en el que todo el mundo ¡armó el caos!, algunos de mis amigos en Australia -hablo de los colombianos- me decían (y aún me dicen) que yo estaba loca, que cómo cambiaba la vida tan "chévere" que tenía antes por la vida -según ellos- tan "aburrida", yo intentaba y aún intento explicarles, pero es bastante complicado, ya casi no me veo con ellos porque no tenemos muchas cosas en común, ellos se reúnen para tomar y rumbear y pues eso conmigo ya no va. Por otra parte mis amigos musulmanes se portaron muy bien conmigo, me llamaban, me felicitaban, me ofrecían su ayuda, me trataban con una de sus hermanas, lo cual me sirvió de gran apoyo. Al mismo tiempo, empecé a hacer amigas musulmanas, todas ellas de Arabia Saudita, hoy en día paso la mayor parte de mi tiempo libre con ellas, me divierto demasiado, aprendo, me siento feliz, ellas me ayudan mucho con todo lo relacionado al Islam, nunca me dejan sola, me regalaron velos y ¡hasta abayas!
Y bueno, mi familia a pesar de estar en Colombia y yo en Australia se dieron cuenta que algo estaba pasando conmigo, estaban contentos porque yo ya no tomaba, no salía a rumbear, así que en una de las charlas por skype decidí contarles, ellos Mashallah (expresión de admiración que significa: “Lo que Allah quiere” o “Que Allah lo preserve para ti”) lo tomaron bien, la idea no les gusta mucho, pero al menos tratan de aceptarlo y lo respetan muy bien, mi papi especialmente ha leído mucho acerca del Islam y a veces me llama y me pregunta cosas del Islam y tenemos discusiones sanas, pacíficas y muy enriquecedoras para ambas partes; mi mami, bueno, ella es demasiado católica, pero a pesar de eso me dice que ha visto en mí una mejor persona, más madura, más centrada, más alegre y más cerca de Dios, así que lo importante es que tenemos el mismo Dios y de esa manera ella lo trata de manejar, y Mashallah me trata de entender; mi hermano si no entiende nada, se burla y se ríe...ellos no saben que yo uso velo, ni mucho menos abaya, pero creo que lo manejan bien porque estoy lejos y no quieren pelear conmigo, vamos a ver cuando regrese a Colombia como se dan las cosas, inshallah (si Allah quiere) todo se dé bien. En general, me ha ido muy bien, la gente en Australia es muy abierta a todas las culturas y religiones, así que me siento libre usando mi velo y mi abaya, aunque no les niego que es bastante difícil cuando estoy en la calle y hablo español, los hispanohablantes, especialmente los colombianos, me rechazan, me miran como bicho raro, como si me hubiera enloquecido, pero en general, la gente acá es más civilizada y tolerante que los latinos, así que soy afortunada.
Actualmente, estoy viviendo mi vida islámica muy bien, en mi college tenemos un lugar especial para rezar, consigo comida halal (lícita) muy fácil, soy libre de usar mi ropa islámica, puedo estudiar con mis amigas o en la masjid, mi familia lo tomó bien y Alhamdulillah soy muy feliz, mi vida cambió para bien, encontré a Dios y sigo su mandato, de esta manera he encontrado la verdadera felicidad.