Assalamu Alaikum Wa Rahmatu Allah Wa Barakatu
Soy Mónica, pero mi nombre islámico es Salma, musulmana desde hace ya cinco años Alhamdulillah (Alabado sea Allah), vivo en Barcelona en una ciudad llamada Mataró, aquí la mayoría de la gente es católica, así que fui criada en la fe de la iglesia católica, e incluso en mi familia tenemos un sacerdote, con lo que mi conversión fue como un jarrón de agua fría para mi familia, amigas, etc.
Conocí a una amistad, una persona musulmana, lo cual me suscitó interés por conocer algo sobre su religión. Esta persona que conocí y por la que despertó mi curiosidad por saber, es mi marido, Alhamdulillah, es un ser maravilloso, que me ha enseñado los reales valores de la vida, bondad, sencillez, tantas y tantas cosas buenas. No casamos al muy poco tiempo de yo convertirme al Islam, Alhamdulillah.
Desde un principio no dudé en buscar información sobre el Islam, a través de varias amistades, llegué a conocer una chica conversa al Islam en mi ciudad, me dieron su teléfono y no tardé ni un segundo en llamarla y preguntarle si podía ir a visitarla. Su historia me hizo todavía tener más y más curiosidad por aprender y saber sobre el Islam, -tengo que decir que me encanta leer y esto ha hecho Alhamdulillah que aprenda muchísimo-.
Leo y sigo todas las conferencias que emite el profesor Amr Khaled, las primeras veces que leí sus conferencias, inmediatamente mis ojos se llenaron de lágrimas, me conmoví tanto al leer, que después leyendo el Corán realmente sentí que era Dios quien me estaba hablando a través de Su palabra, como diciéndome: “Salma, ya te he mostrado la Verdad, la Verdad que realmente viene de Mí, ¿no creerás aún cuando te he dado mis signos? ¿Qué estás esperando para abrazar la Verdad?” esa noche, después de esto, fui a mi habitación, cerré la puerta y dije mi shahadah: “Ashadu an La ilaha il Allah, Muhammad-ur-Rasool-Allah” (Testifico que nadie tiene el derecho de ser adorado pero Allah, y que Muhammad es el Mensajero de Allah)…esa noche fue una de las más felices de mi vida, sentí una felicidad que no puedo explicar con palabras. Al día siguiente llamé a Mariam y le dije que me acompañara a la masjid (mezquita).
Mi historia es una referente de fuerza, seguridad, convicción, etc., de estar cerca de Allah y de obedecer a mi Creador.
Desde que me convertí al Islam, mi vida con mi familia fue muy difícil, incluso los primeros años mis hermanos mayores no lo entendían y optaron por no hablarme, pero yo sí les llamaba por teléfono y estaba cerca de ellos, yo no había cambiado para mal, incluso había mejorado como persona, aunque siempre mi manera de ser ha sido muy dulce y muy atenta con mi familia, ellos a su manera pensaron que los había dejado de querer o no sé, jamás pensé que un pañuelo pudiese crear tantos problemas, se habla de la libertad de las mujeres en Europa, pero qué pasa que no entienden que también es libertad tener tu religión y llevar velo o ¿solo es libertad no tener pudor?
No fue suficiente sufrimiento con mi familia, que cuando mi marido comunicó su deseo de casarse con una española, (ya conversa al Islam), no les gustó nada y no dudaron ni un segundo en decirle que se fuera de casa, es un gran error lo que han hecho con nosotros, os ruego que leáis mi historia y sirva para que nadie pueda equivocarse y haga daño de esta forma, al contrario se ha de demostrar el amor, el cariño, las buenas formas, etc…. Es una manera de hacer dúa (súplica), que la gente se acerque y note el brillo de realidad y de cómo viven las familias llenas del amor y seguridad que les da estar cerca de su Creador, Allah.
Estuvimos cerca de un año y medio sin tener contacto con ellos, ellos no querían saber nada de mí, aceptaban que su hijo fuera a celebraciones y pero a mí no, mi marido nunca fue sin mí a ninguna celebración, pero sí a verles ya que yo siempre le insistía en no cortar lazos con la familia. Su padre sí venía a casa a escondidas de la madre de mi marido, todo el problema tenía una raíz, mi marido según su madre, debía casarse con un familiar de ella, y mi marido nunca hubiera aceptado, el no quería.
Finalmente me dirigí a la masjid de mi ciudad y decidí explicarle mi historia el imam (líder religioso), nunca había perdido la esperanza de que esto se solucionara, y Alhamdulillah se solucionó, el imam fue a la casa de ellos y habló con el padre de mi marido y por otro lado él envió a una mujer para hablar con ella, la madre. Durante este tiempo soporté todo tipo de cosas horribles, pero acepte el arrepentimiento de ellos, en especial el de su madre, ahora nos encontramos en un etapa en la que yo no siento que sea bien mirada por ella, y por no cortar los lazos familiares, que es algo que mi Creador no me aceptaría, estamos en la distancia manteniendo cordialidad y viéndonos siempre que es necesario, pero desgraciadamente no como debería ser, espero que inshaAllah (si Allah quiere) algún día piense en que todos somos musulmanes independientemente de la nacionalidad.
Cuando le expliqué mi historia al imam, me contó una historia muy hermosa que os detallo a continuación:
Había una familia de Marruecos y uno de sus hijos se había casado con una chica española, ellos en su casa tenían dos puertas: una por la que entraba la familia y otra por la que entraban los invitados; la madre del chico no quería que su mujer (la española), entrara por la puerta de la familia, soportó topo tipo de desprecios, pero el padre continuamente se fijaba en el comportamiento de la chica, siempre miraba qué hacía. Un día el padre le preguntó a su hijo por qué tu mujer siempre va con un cubo de agua detrás de ti, y él le contestó: “me prepara el agua para hacer wudu (ablución)”, el padre fue a explicárselo a su mujer y le dijo lo que la mujer de su hijo hacía, como lo cuidaba, etc. y le dijo el padre a su madre: “¿sabes qué?, ella no es la española, eres tú la española.”
En fin, Alhamdulillah dentro de todo, Allah, me da fuerza cada día, y me hace estar cada día más y más cerca, todas estas dificultades me han hecho convencerme primero de que el Corán es realmente la palabra de Dios.
Acerca del Profeta Muhammad sallallahu allayhi wasallam (la paz y las bendiciones de Allah sean con él), he leído mucho una serie de conferencias que se titula “Tras los pasos del bienamado”, mientras más leía, más me convencía que éste es el camino correcto, porque el Islam no es sólo una religión, sino una forma de vida…las personas tenemos todos los ejemplos posibles, para aplicarlos a nuestra vida.
Es verdad que aún hay muchas cosas por enfrentar, pero con paciencia, fuerza y Allah de nuestro lado, podemos hacerlo inshAllah (Si Allah quiere).
Que Allah nos guíe a todos…Amín