Ésta es una situación que puede resultar algo delicada para algunas de nosotras, el abrazar el Islam implica no solamente un cambio de religión sino también de nuestra forma de vida y un aspecto de nuestra vida la forman nuestras amistades quienes en su mayoría suelen ser no musulmanas por el mismo hecho de vivir nosotras en sociedades mayormente cristianas donde poco a nada se conoce sobre el Islam y los musulmanes.
Seguramente más de una de nosotras se preocupó por la reacción que tendrían nuestras amistades de toda la vida ahora que les diríamos que somos musulmanas. ¿Se burlarían? ¿Se alejarían? ¿Pensarían que estamos locas? Miles de inquietudes parecidas pasan por nuestra mente y solo conocemos las respuestas una vez que enfrentamos la situación.
Efectivamente, diversas son las reacciones que podemos encontrar inicialmente, a continuación presentamos algunos casos:
-Hay amistades que al saber que somos musulmanas respetan nuestra decisión aunque no la compartan, hasta a veces llegan a interesarse porque les expliquemos al menos algo sobre nuestra din (religión).
-Otro grupo llega a asustarse en un principio debido a las ideas equívocas que los medios de comunicación muestran sobre los musulmanes, tienen en su mente el típico estereotipo de que el musulmán es terrorista y cosas así, sin embargo con el tiempo llegan a aceptarnos al darse cuenta que en realidad que nuestra religión es una religión de Paz.
-Y hay un tercer grupo de “amig@s” que simplemente nos rechazan llegando en ocasiones a insultarnos a nosotros o a nuestra din (religión) y ahí termina todo.
De estos tres grupos mencionados, ciertamente el primero está constituido por personas con quienes vale la pena conservar la amistad, pues te aceptan como eres sin juzgarte e incluso llegan a ayudarte en lo que necesites, en mi caso Alhamdulillah (gracias a Allah) la mayor parte de mis amistades respetó mi decisión e incluso algunos me ayudaron y me continúan ayudando en asuntos relacionados con el Islam, por ejemplo fue una amiga cristiana la que me ayuda a recibir los libros islámicos que pido por internet ya que no los puedo pedir a mi casa debido a que mi madre una vez se quedó con un envío, y así tengo otr@s amig@s cristian@s que me ayudaron con palabras de aliento en momentos difíciles cuando mi madre hacía muchas cosas para tratar que me saliera del Islam, este tipo de amistades son verdaderas y son las que conservo hasta el día de hoy.
En cuanto al segundo grupo, encontramos personas con las que también se podría conservar una amistad sin embargo hay que darles un poco de tiempo hasta que asimilen la nueva situación que suele resultarles difícil gracias a las ideas equivocadas con las que los medios les han llenado la cabeza por lo que requiere una buena explicación y un buen ejemplo de nuestra parte para mostrarles el verdadero Islam.
Sobre el tercer grupo, aunque sea difícil de reconocer pero se trata de gente que no sabe el verdadero significado de la amistad y que en realidad nunca fue nuestr@ verdader@ amig@ y por ende no vale la pena que nos entristezcamos por la pérdida de este tipo de falsas amistades, inshAllah (Si Allah quiere) nos los cambiará por amigos mejores.
Luego de haber enfrentado la situación de decirles a nuestras amistades que somos musulmanas viene otra parte con la que también tenemos que lidiar y es cómo relacionarnos con nuestras amigas y con nuestros amigos, qué actividades seguir compartiendo con ellos o qué actividades evitar sin que esto signifique aislarnos.
Obviamente al abrazar el Islam dejamos a un lado actividades que nos puedan perjudicar o que no nos aporten nada bueno. Una verdadera amistad implica una relación en la que cuando me pasa algo bueno o malo, alegre o triste, cuento con esa persona sea para compartir mi alegría o para apoyarme en mi dificultad, y por supuesto una verdadera amistad me ayuda a ser mejor persona. Si una persona que se hace llamar mi amiga no cumple con estas características entonces tal vez deba analizar esa relación.
Con nuestras verdaderas amigas podemos continuar hablando, viéndonos y compartiendo actividades sanamente siempre con la precaución de no dejar de lado nuestras obligaciones con Allah que son primero como cumplir nuestros salat (rezo) a tiempo. En mi caso particular trato de concertar citas con mis amigas en horarios que no se choquen con los horarios de mis salats u otra alternativa que he encontrado también es salir con ellas en los días que no puedo rezar debido al período.
Otro aspecto con el que debemos tener cuidado es las actividades que realizamos con nuestras amistades, todo aquello que no involucre algo haram (prohibido) como por ejemplo no las voy a acompañar a bailar a una discoteca o a tomar en un bar pero por otro lado las acompaño al cine, a comer o a pasear en lugares seguros y así compartimos sanamente.
Para terminar, un aspecto muy importante también es nuestra amistades con amigos varones, en lo posible lo mejor es evitar mezclarse con hombres, pero si la situación es inevitable mi consejo muy particular que es lo que yo hago con mis amistades masculinas es que desde el principio les comenté que no podía haber contacto físico entre nosotros por ejemplo no podrían seguir saludándome con un beso en la mejilla o dándome la mano como se acostumbra en mi país, así mismo no podría salir sola con ellos, por lo que actualmente casi no los veo pero mantengo contacto por mail cada cierto tiempo por tratarse de amigos que me apoyaron mucho cuando me hice musulmana y por ello les tengo mucho agradecimiento.
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Este artículo ha sido escrito por "Islam Para La Mujer Musulmana"