El racismo y el nacionalismo han estado presentes a lo largo de la historia de la humanidad y han dado lugar a las más grandes injusticias, lastimosamente, estos problemas no solamente están presentes entre los no musulmanes, sino que también existen, en cierto grado, dentro de la ummah (comunidad) musulmana a pesar de que el Islam está en contra de estos tipos de discriminación e injusticia.
Toda la humanidad ha sido creada a partir de un varón, Adam, y una hembra, Hawwa (Eva), lo que quiere decir que todos y todas descendemos de los mismos padres, por ende, ser de una u otra familia, tribu, pueblo, etnia, raza, cultura, ciudad o país, no nos hace ni más ni menos que los demás, ya que compartimos un origen común. Lo único que puede hacer superior a una persona sobre otra es su temor a Allah, su obediencia a Allah, su piedad, y esto solamente lo sabe Allah subhana wa ta’ala (Glorificado y Alabado sea) que es Quien realmente conoce lo que hay en los corazones de sus siervos y siervas y sus actos. Así nos dice Allah subhana wa ta’ala en el Corán:
“Hombres. Os hemos creado de un varón y de una hembra y hemos hecho de vosotros pueblos y tribus, para que os conozcáis unos a otros. Para Allah, el más noble de entre vosotros es el que más Le teme. Allah, es Omnisciente , está bien informado.”
Surah Al Hujurat 49 Ayah 13
Lastimosamente, no todos los musulmanes toman en consideración esta enseñanza del Corán, sino que le dan preferencia al aspecto cultural o étnico y esto se pone de manifiesto cuando, por ejemplo, los padres no permiten que sus hijos o hijas se casen con gente de otra cultura o raza a pesar de que puedan ser muy piadosos solamente por el hecho de no ser de su mismo país o de su mismo color; también vemos esto cuando en un mismo lugar encontramos masjids (mezquitas) divididas por países; otro caso es cuando hay un musulmán o una musulmana que no pertenece al país del que es la mayoría o que no habla su idioma, y lo o la dejan aislado o aislada sin tratar de comunicarse con él o con ella u optan por ignorarlo o ignorarla por completo, entre otras situaciones parecidas.
La postura en contra del racismo y nacionalismo en el Islam no solamente se haya claramente establecida en el Corán, sino que también encontramos que el Profeta sallallahu allayhi wasallam (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) hizo mención de ello en su último sermón:
“Toda la humanidad proviene de Adam y Hawwa (Eva). Un árabe no tiene ninguna superioridad sobre un no árabe, ni un no árabe tiene superioridad sobre un árabe; el blanco no tiene superioridad sobre el negro, ni el negro tiene superioridad sobre el blanco; excepto por la piedad y las buenas acciones. Sepan que todos los musulmanes son hermanos. Nada será legítima pertenencia de un musulmán si pertenece a otro musulmán, a menos que fuera dado libremente y de buena gana. No cometan injusticias en contra de sus semejantes.”
El Islam condena el racismo y la injusticia pero promueve la hermandad y la justicia. Si nos remontamos a los tiempos de la vida del Profeta sallallahu allayhi wasallam encontramos que los sahabah (compañeros del Profeta sallallahu allayhi wasallam) no solamente eran árabes, blancos o solamente de Makkah (Meca) y Madinah (Medina), sino que también eran de otras nacionalidades, razas y estratos sociales, como por ejemplo: Salman al Farsi radiyallahu anhu (que Allah esté complacido con él) no era árabe, era persa; o Bilal radiyallahu anhu que era un abisinio, de raza negra; ambos eran esclavos liberados y el Profeta sallallahu allayhi wasallam jamás les trató con discriminación, ni desprecio, es más, Bilal radiyallahu anhu era el muezzín (persona que hace el llamado a la oración).
Es una pena que aún haya parte de nuestra ummah (comunidad) musulmana se deje llevar por la arrogancia, sin embargo, alhamdulillah (Gracias a Allah), a pesar de que se den algunos casos de discriminación entre musulmanes, son superiores los casos en que predomina la hermandad, y ciertamente la hermandad en el Islam supera las barreras de las razas, etnias, nacionalidades y clases sociales. Personalmente he tenido la maravillosa y grata experiencia de conocer y establecer contacto con hermanas árabes, europeas, latinas, anglosajonas, asiáticas, blancas, negras, y todas han sido alhamdulillah me han mostrado este hermoso sentido de la hermandad que existe en el Islam, que maravilloso es decirle a nuestra hermana “Te amo por Allah” y sentirlo en nuestro corazón, aún sin tener largo tiempo de conocerlas, este tiempo no es necesario ya que nuestro amor a nuestras hermanas es por la causa de Allah, por el hecho de ser ellas también musulmanas y compartir la misma creencia y tener un mismo Creador, Allah, el Uno y Único digno de adoración. Dice Allah subhana wa ta’ala en el Corán:
"Los creyentes son, en verdad, hermanos…”
Surah Al Hujurat 49 Ayah 10
Este maravilloso sentido de hermandad fue experimentado hace algunas decadas atrás por Malcom X (Al-Hayy Malik Ash-Shabazz) al realizar la peregrinación a Makkah en 1964. Como bien es conocido, Malcom X vivió una época en la que el problema del racismo era realmente muy fuerte en Estados Unidos. El hacer el Hajj (Peregrinación) fue una experiencia única que transformó la vida de Malcom X, la hermandad y la fraternidad que aquí vio las dejó plasmadas en los siguientes fragmentos de su carta:
“Yo no he visto ningún caso de hospitalidad y sentido de hermandad tan fuerte como el que he observado aquí por personas de todo los colores y razas; aquí, en esta antigua Tierra Santa, la casa de Ibrahim, Muhammad y todos los otros Profetas de las Escrituras Sagradas. Durante la última semana, he estado totalmente mudo y fascinado por la gracia que constantemente veo desplegada alrededor de mí por las personas de todos los colores de piel.…Había decenas de miles de peregrinos, de todo el mundo. Ellos eran de todos los colores, desde gente rubia de ojos azules, hasta africanos negros. Pero todos estábamos participando en el mismo ritual, desplegando un espíritu de unidad y hermandad que mis experiencias en América me habían llevado a creer que no podría existir entre el blanco y el no blanco. América necesita entender el Islam, porque ésta es la religión que borra de la sociedad el problema del racismo. A lo largo de mis viajes en el mundo musulmán, yo me he encontrado, he hablado, e incluso he comido con las personas que en América habrían sido consideradas “blancos”, pero la actitud blanca estaba alejada de sus mentes por la religión del Islam. Yo nunca antes tuve una experiencia así, de hermandad sincera y verdadera, practicada conjuntamente por gente de todos los colores, independientemente de su raza. Ustedes pueden asustarse por estas palabras que vienen de mí. Pero en esta peregrinación, lo que yo he visto y experimentado, me ha obligado a que reestructure muchos de mis pensamientos y modelos que había sostenido previamente, y me veo obligado a dejar algunas de mis conclusiones anteriores de lado…Yo siempre he tenido una mente abierta que necesariamente debe ir, junto a la flexibilidad, de la mano con cada persona que de forma inteligente busca la verdad. Durante los últimos once días, aquí en el mundo musulmán, he comido del mismo plato, bebido del mismo vaso, y dormido en la misma alfombra - mientras orábamos al mismo Dios - con musulmanes compañeros, cuyos ojos son los más azules, cuyo pelo es el más rubio, y que tienen la piel más blanca. Pero en las palabras y en los hechos de los musulmanes blancos, yo sentía la misma sinceridad que sentía entre los musulmanes africanos negros de Nigeria, Sudán y Ghana. Nosotros éramos de verdad todos iguales, hermanos, porque la creencia en un único Dios, había quitado el blanco de sus mentes, el blanco de su conducta, y el blanco de su actitud. Yo podría ver que quizás, si los americanos blancos aceptaran la Unidad de Dios, también ellos podrían aceptar en la realidad la Unidad del Hombre, y dejar de medir a la gente por el color de su piel…Aquí, en la Tierra Santa, tengo las visiones espirituales más claras sobre lo que está pasando en América entre el negro y el blanco…Nunca había sido tan honrado. Nunca me he sentido más humilde y digno. ¿Quién creería las bendiciones que se han acumulado en un negro americano? Hace unas noches, un hombre que sería llamado en América “hombre blanco”, un diplomático de las Naciones Unidas, embajador, un compañero de reyes, me dio su lugar en el hotel, su cama. Nunca habría yo soñado que sería el receptor de estos honores, honores que en América se darían sólo a un Rey, no a un negro. Toda la alabanza es debida a Allah, el Señor de los Mundos”.
¡Qué bello es cuando nos comportamos y nos tratamos realmente como hermanos y hermanas en la fe sin barreras ni discrimación alguna! El Islam es la respuesta y la cura a todos los males del mundo, es realmente el código de vida más completo y más justo cuando realmente lo seguimos, el propio Malcom X estaba convencido de que solamente el sentido de hermandad y justicia del Islam podría acabar con el problema del racismo.
Aunque tengamos aún una parte de nuestra ummah que no actúe de acuerdo a esto, no debemos rendirnos, nosotros mismos debemos dar el ejemplo y hacer la diferencia, mostrar que todos y todas somos hermanos y hermanas a pesar de nuestra diversidad. Hay muchos hadices que hablan sobre el sentido de la hermandad entre los musulmanes, uno de ellos, reportado por Al Bukhari y Muslim, dice:
"El musulmán es hermano del musulmán y no es injusto con él. Quién ayuda a su hermano y le socorre, Allah le ayudará. Quien libera a su hermano de una desgracia, Allah lo liberará de otra en el Día del Juicio. Quien guarda la falta de un musulmán, Allah le guardará otra suya en el Día del Juicio."
Queda claro entonces que entre creyentes no nos debemos tratar injustamente, y siendo el racismo y nacionalismo una injusticia, no es admisible tener estas actitudes.
El Islam es una religión universal, no es exclusiva para una etnia ni raza específica, existen tanto musulmanes árabes como musulmanes asiáticos como musulmanes europeos, musulmanes chinos, musulmanes latinos, etc., y todos tenemos el deber y derecho de tratarnos como hermanos y hermanas en la fe y esto incluye tratarnos respetuosamenta y ayudarnos. Recordemos que Allah no mira nuestro color ni nuestra apariencia, sino que mira las intenciones de nuestros corazones y nuestras acciones.
Que Allah subhana wa ta’ala nos una y fortalezca en la fe y en la hermandad…amin
Autoría del artículo:
Este artículo ha sido escrito por "Islam Para La Mujer Hispanohablante"
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Este artículo ha sido escrito por "Islam Para La Mujer Hispanohablante"