29 nov 2011

El Derecho de la Mujer Musulmana de Expresar Su Opinión y Ser Escuchada



Erróneamente se suele pensar que la mujer musulmana es una mujer que no tiene opinión o voz propia y que por ende lo que ella piense o sienta no es tomado en consideración en absoluto.  Sin embargo, si nos remontamos a alrededor de 1400 años atrás en el pasado, veremos que la mujer musulmana desde ese entonces ya tenía el derecho a expresar su opinión y más aún a que su opinión sea escuchada y tomada en cuenta para los asuntos de su propia vida e incluso asuntos comunitarios o religiosos.  Una de las muestras de la libertad que goza la mujer de que su opinión sea escuchada es por ejemplo el derecho que ella tiene a escoger su esposo, derecho del que ya hablamos más detalladamente en ediciones anteriores.  La opinión de la mujer incluso puede ser expresada y escuchada en asuntos comunitarios o religiosos por parte de la autoridad encargada como nos muestra el siguiente acontecimiento:
Había una vez una mujer que le refutó al Califa Umar, radiyallahu anhu (que Allah esté complacido con él), delante de la gente, cuando él quería hacer que la gente dejara de entregar cantidades excesivas para la dote del matrimonio, entonces una mujer le dijo: "¡Umar! no tienes el derecho de intervenir en un asunto que Allah, el Todopoderoso, ya ha decretado en el Corán: “…habiéndole dado una dote cuantiosa…” (Corán 4:20) Entonces, Umar, radiyallahu anhu, dijo: "Una mujer dijo lo correcto, mientras que Umar se equivocó". Acto seguido, volvió a subir al pulpito y tomó la palabra diciendo: ‘Oh gente, os he prohibido dar dotes que excedan los cuatrocientos dírhams; sin embargo, revoco eso y os digo que quien desee dar más de eso puede hacerlo’.
Así, la mujer disfrutaba de plena libertad, incluso con el Profeta, sallallahu allayhi wasallam, a quien toda la gente obedecía con amor. Pues una mujer podía tranquilamente debatir con él, sallallahu allayhi wasallam, como por ejemplo lo hizo Jawlah bint Za‘labah, radiyallahu anha (que Allah esté complacido con ella):
 Fue narrado bajo la autoridad de Ibn ‘Abbas, radiyallahu anhu, que Mugiz, radiyallahu anhu, que era esclavo, dijo: "¡Mensajero de Allah! Intercede por mí ante ella (se refiere a Barirah que era su esposa, que al ser liberada, pidió el divorcio)". El Profeta, sallallahu allayhi wasallam, le dijo: " ¡Barirah! Teme a Allah, ya que (Mugiz) es tu esposo y el padre de tu hijo." Ella dijo: "¡Mensajero de Allah! ¿Me estás ordenando que lo haga?" El Profeta, sallallahu allayhi wasallam, dijo: "No, estoy intercediendo." En este momento, las lágrimas de Mugiz caían de sus mejillas, y el Profeta, sallallahu allayhi wasallam, dijo a Al ‘Abbas: "¿No te asombra ver, cuánto Mugiz ama a Barirah, y cuánto ella lo detesta?"
(Abu Dawud)
Ante esta situación Allah reveló la surah de Al Muyadalah (La Discusión)  para acceder a la  petición de divorcio de Jawlah y resolver su problema siendo así su petición escuchada y la de toda mujer en situación similar.
Además de los ejemplos anteriormente mencionados que muestran cómo ejercía la mujer musulmana en más de una ocasión y situación su derecho a expresar su opinión, las esposas del Profeta, sallallahu allayhi wasallam, dan una muestra de ello ya que solían debatir libremente con el Profeta, sallallahu allayhi wasallam:
Fue narrado bajo la autoridad de Umar, radiyallahu anhu, que dijo: Una vez, cuando me enfadé con mi esposa, ella discutió conmigo; y entonces, la censuré por este acto, como hacían los árabes en Al Yahiliyyah (tiempo de la ignorancia antes del Islam). Ella dijo: "¿Por qué  no  aceptas  que  discuta  contigo?  Por  Allah,  juro  que las esposas del Profeta, sallallahu allayhi wa sallam, discutían con él y se negaban a hablarle desde la mañana hasta la noche." Entonces, fui inmediatamente a Hafsah, radiyallahu anha, y le dije: "¿Discutíais con el Profeta, sallallahu allayhi wasallam?" Ella respondió: "Sí". Él dijo: "¿Y le negabais la palabra desde la mañana hasta la noche?" Dijo: "Sí".
(Ahmad)
La libertad de la mujer bajo la sombra del Islam superó aquellos límites, llegando a debatir sobre la Revelación misma:
Cuando Umm Salamah, radiyallahu anha, sintió que la Revelación dirigía sus palabras a los hombres solamente, se dirigió rápidamente al Profeta, sallallahu allayhi wasallam, diciendo: "¡Mensajero de Allah! Los hombres se mencionan en la Hijrah, mientras que nosotras no".  Y entonces, se reveló la aleya/ayah (verso) en la que Allah, dice (lo que se interpreta así en español): “Y su Señor les Responde: No Dejaré que se pierda lo que haya hecho ninguno de vosotros, sea varón o hembra. Unos procedéis de otros.” [Corán 3:195].
(Fue narrado por Al Hakim en Al Mustadrak, y por At-Tabari, en At-Tafsir)
Queda claro entonces que la mujer musulmana tiene todo el derecho a expresarse y a ser tomada en cuenta como fue la práctica de los primeros musulmanes desde hace más de 1400 años atrás.


Fuente:
Este artículo ha sido realizado por "Islam Para La Mujer Hispanohablante" basándose en la información consultada en las siguientes fuentes:
-Artículo "La Libertad de la Mujer Bajo la Luz del Islam"
Origen:
Islamweb.net en español
Publicado en:
Copyright:
© 2008-2011, IslamWeb
-Artículo "Freedom to express One's Opinion" (La Libertad de expresar su opinión)
Libro:
"The Rights and Duties of Women in Islam" (Los Derechos y Obligaciones de las Mujeres en el Islam)
Autor:
Abdul Ghaffar Hassan
Publicado en:
Copyright:
© Maktaba Dar-us-Salam, 2003