En los últimos tiempos, la mirada del mundo ha estado puesta en Afganistán y los musulmanes de Afganistán, pero más específicamente, en las mujeres musulmanas de Afganistán.
Los medios de comunicación nos muestran cuán oprimidas son las mujeres musulmanas allí y las personas comienzan a relacionar tres palabras en sus mentes: Islam, mujeres y opresión. Por tanto, ellos piensan que el Islam ordena oprimir a las mujeres.
Las personas a menudo no distinguen entre religión y cultura, dos cosas que son completamente diferentes. De hecho, el Islam condena la opresión de cualquier tipo, ya sea hacia la mujer o en general.
Ahora, el Corán es el libro sagrado que rige la vida de los musulmanes. Este libro fue revelado 14 siglos atrás a un hombre llamado Muhammad, el profeta de Allah. Han pasado 14 siglos y este libro no ha sufrido cambio alguno, ni una sola letra ha sido alterada.
En el verso 59 de la Surah (Capítulo) número 33, titulada Al Ah-zab (Los Aliados), dice (lo que se interpreta en español):
“¡Oh, Profeta! Dile a tus mujeres, a tus hijas y a las mujeres de los creyentes que se cubran (todo el cuerpo) con sus mantos; es mejor para que se las reconozca y no sean molestadas. Allah es Absolvedor, Misericordioso.”
Este verso demuestra que el Islam hace necesario usar el hiyab. Hiyab es una palabra que indica cubrir, no solo se refiere al velo (como algunas personas piensan), sino también a usar ropa holgada y no demasiado brillante.
A veces, las personas ven a una mujer musulmana cubierta y piensan que eso es opresión. Esto está equivocado. Una mujer musulmana no está oprimida, está liberada. Esto es así porque ella no es valorada por algo material, como su apariencia o la forma de su cuerpo. Ella obliga a los demás a que la juzguen por su inteligencia, su bondad, honestidad y personalidad. Por lo tanto, las personas la juzgan por quien ella realmente es.
La mujer se cubre su cabello para ser modesta. Cuando ellas usan ropa holgada, están tratando de ser modestas. De hecho, las monjas cubren su cabello por modestia. También, cuando vemos imágenes de la virgen María, ella se está cubriendo el cabello por modestia. Por tanto, las mujeres musulmanas están haciendo exactamente lo mismo que las mujeres cristianas piadosas.
Las vidas de las personas que aceptan el Corán cambian drásticamente. Él ha tenido un impacto tremendo en muchas personas, especialmente mujeres. Fue el primero en declarar abiertamente que las almas de los hombres y de las mujeres eran iguales. Ellos tendrán las mismas obligaciones al igual que las mismas recompensas.
Además de ser iguales a los hombres, las mujeres obtuvieron independencia económica. El dinero que ellas traen al matrimonio es de ellas, al igual que el dinero que ganan. En el Islam, la mujer tiene la libertad de escoger a su esposo y, en casos extremos, a pedir el divorcio. Una mujer tiene el derecho de ser educada, contrario a lo que puede pensar el mundo moderno. La responsabilidad es de la persona que la está criando.
Ahora, imaginemos esto: 14 siglos atrás el Islam permitió a la mujer votar para escoger un líder. Mientras que solo recientemente, en 1925, a la mujer canadiense se le concedió el permiso para votar. Pero aún, en Quebec, la ley se terminó de aprobar en 1940. Las mujeres musulmanas obtuvieron sus derechos mucho antes que las mujeres occidentales tuvieran alguno.
El Islam es una religión que tiene a la mujer en un alto nivel. Hace mucho tiempo, cuando nacían bebés varones, las familias sentían una gran alegría, mientras que por las niñas se alegraban poco y a veces nada. Incluso, las niñas eran tan despreciadas que a veces las enterraban vivas. El Islam estuvo siempre en contra de este infanticidio femenino.
Los dos roles más importantes que la mujer juega en la vida son el los esposa y madre. En cierta ocasión el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam (la paz y las bendiciones de Allah sean con él), dijo a un grupo de hombres: “Los mejores entre ustedes son aquellos que son los mejores con sus esposas”. Esto demuestra que el Islam anima enfáticamente el buen trato a las esposas; a ellas se les debe demostrar amor, respeto y cuidado.
Un hombre se acercó al Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, y le preguntó: “¿Quién de entre mis parientes es merecedor de mi buena compañía? El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, respondió: “Tu madre”, tres veces antes de decir: “Tu padre”. Esto indica el impacto que una madre tiene en la vida de una persona. Por eso las mujeres son muy honradas en esta gran religión.
El Islam es una religión que trata a las mujeres con justicia. La opresión es condenada. Esperamos que todas las personas sepan y recuerden esto.
Fuente:
Artículo "Las Mujeres Musulmanas No Son Oprimidas"
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Islamweb.net en Español
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