2 dic 2011

Umm Sulaim bint Malhan Ansariah




Umm Sulaim bint Malhan Ansariah, radiyallahu anha (que Allah esté complacido con ella), venía de una ilustre familia que sacrificó todo por el Islam.  También solían llamarla Sehla, Ghameesa, Rameesa, Ramlah y Sahlah, pero fue conocida más por el nombre Umm Sulaim. Su hijo fue el famoso sahabi (compañero del Profeta, sallallahu allayhi wasallam –la paz y las bendiciones de Allah sean con él-) Anas bin Malik, radiyallahu anhu (que Allah esté complacido con él), y su hermano fue el eminente sahabi Haram bin Malhan, radiyallahu anhu.  Estaba casada con Malik bin Nadhar cuando se hizo musulmana, por lo que habían constantes problemas entre ellos ya que él hacía su mejor esfuerzo para sacarla del Islam, pero falló ya que Umm Sulaim, radiyallahu anha, se mantuvo fiel a su nueva fe.  Las escenas de violencia eran frecuentes en esta pareja, pero ella se mantuvo paciente y en calma, pues al aceptar el Islam, ella, radiyallahu anha, sabía que había aceptado la verdadera religión.  Finalmente, su esposo emigró a Siria donde murió.   Aunque su primer esposo nunca aceptó el Islam, su hijo Anas, radiyallahu anhu, sí lo hizo y se dedicó al servicio del Islam.  Umm Sulaim, radiyallahu anha, ahora se encontraba viuda, así que un hombre muy apuesto llamado Abu Talhah, líder de una tribu, oyó sobre su situación y al saber de las admirables cualidades que tenía le propuso matrimonio, sin embargo ella, radiyallahu anha, le dijo que no le era posible aceptar ya que era musulmana y él era un incrédulo; sin embargo él insistió pero ella, radiyallahu anha, le mencionó que aunque él era un buen partido, el hecho de que adorara ídolos era algo que ella, radiyallahu anha, no podía aceptar, ya que estaba dedicada al Islam y él estaba privado de ésta gran bendición; finalmente, Abu Talhah le preguntó si se casaría casaría con él si aceptara el Islam, lo cual la llenó de alegría y dijo entonces que el Mahr (dote) que él le daría sería su aceptación del Islam como su fe, ésta fue una excelente Mahr en la historia del Islam.  Umm Sulaim, radiyallahu anha, tuvo un feliz segundo matrimonio y pronto la pareja tuvo un hijo, Abu Umair, sin embargo, después de algún tiempo, el niño enfermó gravemente y murió, pero Umm Sulaim, radiyallahu anha, mostró un ejemplo de paciencia y control ante este acontecimiento, no le informó a nadie ni gritó su pena; al llegar su esposo a casa, preguntó por el niño y ella, radiyallahu anha, respondió que el niño estaba mejor que antes, su esposo cenó y hablaron como de costumbre, luego de esto, tarde en la noche, Umm Sulaim, radiyallahu anha, le preguntó a su esposo si una persona le confía algo y entonces lo pide de vuelta, ¿debe devolverlo?, a lo que él respondió que  ciertamente uno debe devolverlo, entonces lo tomó a la habitación donde yacía el niño en un pacífico sueño eterno y le dijo con voz temblorosa que Allah había tomado de vuelta al hijo que les había confiado; su esposo estaba en shock; a la mañana siguiente fueron a ver al Profeta, sallallahu allayhi wasallam, y le dijeron lo que había pasado, él sallallahu allayhi wasallam, pidió a Allah bendiciones y prosperidad para esta pareja y pronto les nació otro hijo al que llamaron Abdullah.  El Profeta Muhammad, sallallahu allayhi wasallam, solía visitar frecuentemente a la familia de Umm Sulaim, radiyallahu anha, y suplicaba a Allah que bendijera a los miembros de esta familia en ambos, la dunia (vida de este mundo) y el akhira (el Más Allá), ciertamente estas súplicas fueron respondidas de tal manera que por ejemplo, su hijo Anas, radiyallahu anhu, hijo de Umm Sulaim, radiyallahu anha, vivió hasta la edad de 103 años y tuvo 80 hijos, un palacio y hermosos  jardines, de sus hijos salieron sabios y después de su muerte se convirtió en heredero de los jardines del Paraíso.  Se narran muchos incidentes sorprendentes relacionados con el Profeta, sallallahu allayhi wasallam, y la familia de Umm Sulaim, radiyallahu anha.  Uno de ellos menciona que Umm Sulaim, radiyallahu anha, había enviado a su hija adoptiva a llevar ghee (mantequilla clarificada) para el Profeta, sallallahu allayhi wasallam, en un tazón pequeño de cuero, cuando el tazón se vació fue regresado a la casa de Umm Sulaim, radiyallahu anha, quien sorprendentemente al ver otra vez el tazón colgando en la cocina lo vio lleno, rebosante de ghee por lo que pensó que su hija adoptiva tal vez no lo había llevado al Profeta, sallallahu allayhi wasallam, sin embargo, ella le aseguró que sí lo había hecho y lo trajo de regreso vacío y lo colgó,  Umm Sulaim, sorprendida por este incidente, fue donde el Profeta, sallallahu allayhi wasallam, para comentarle el incidente, a lo que el Profeta, sallallahu allayhi wasallam, respondió que no debía sentir asombro, ya que ella, radiyallahu anha, le había enviado un regalo al Profeta de Allah, sallallahu allayhi wasallam, y que Allah en retorno la había enviado este regalo, que debería comerlo y alimentar a otros con él; Umm Sulaim, radiyallahu anha, dijo que vació el tazón de ghee en un recipiente más largo y que éste duro por 2 meses y que también otros comieron de él.  Se narra también otro acontecimiento en el cual un día Abu Talhah, radiyallahu anhu, vino a casa y le dijo a su esposa Umm Sulaim, radiyallahu anha, que el Profeta, sallallahu allayhi wasallam se escucha muy débil, y que posiblemente tenía hambre, y que si tenían algo de comida en la casa podrían invitarlo para comer a lo que ella, radiyallahu anha, respondió que tenía pan envuelto en una tela, entonces Abu Talhah, radiyallahu anhu, fue a invitar al Profeta, sallallahu allayhi wasallam, a comer lo cual aceptó y además invitó a la gente que estaba con él en la masjid (mezquita) también a comer en la casa de Abu Talhah, radiyallahu anhu, esto preocupó a Abu Talhah, radiyallahu anhu, ya que no contaban con comida para tanta gente, pero Umm Sulaim, radiyallahu anha, le dijo que no se preocupara y que servirían toda la comida que tenían en casa, entonces el Profeta, sallallahu allayhi wasallam, suplicó a Allah por abudancia, entonces le dijo a Abu Talhah, radiyallahu anhu, que invitara a comer a 10 personas más de afuera, los cuales comieron hasta quedar satisfechos, y así se repitió llamando a 10 más y 10 más hasta que en total pudieron comer 80 personas más y ¡aún sobraba comida!.  Umm Sulaim, radiyallahu anha, fue un ejemplo de valor, paciencia, fuerza, firmeza y generosidad.  Su servicio al Islam incluso llegó a tener un papel activo en las batallas donde llenaba botellas de cuero con agua junto con Aisha, radiyallahu anha, para darlas a los soldados heridos sedientos, en la batalla de Hunain estaba lista para defenderse del ejército enemigo si fuera necesario. Una vez el Profeta, sallallahu allayhi wasallam, les dijo que cuando había entrado al paraíso, pudo oír los pasos de alguien más adelante, cuando preguntó quién era, le fue dicho que era Umm Sulaim, radiyallahu anha. 






Fuente:
Artículo "Umm Sulaim bint Malhan Ansariah" 
Libro:
Great Women of Islam
Autor:
Mahmood Ahmad Ghadhanfar
Traducido del árabe al inglés por:
Jamila Muhammad Qawi
Revisado por:
Sheikh Safiur-Rahman Al-Mubarakpuri 
Editado por:
Muhammad Ayub Sapra
Muhammad Farooq
Publicado en:
Copyright:
© Darussalam 
Resumen y Traducción del inglés al español por:
Este artículo es una versión breve del artículo original, este resumen ha sido realizado y a la vez traducido del inglés al español por "Islam Para La Mujer Hispanohablante".