2 dic 2011

Zainab Bint Jahsh



Zainab radiyallahu anha (que Allah esté complacido con ella), era hija de Umaimah bint Abdul Muttalib bin Hashim, la tía paterna del Profeta sallallahu allayhi wasallam (la paz y las bendiciones de Allah sean con él).  Fue influenciada por las enseñanzas de su hermano, Abdullah bin Jahsh radiyallahu anhu (que Allah esté complacido con él) para convertirse al Islam.  Era una mujer temerosa de Allah, todas sus acciones las hacía buscando la complacencia de Allah, pasaba gran parte de su tiempo en oración y ayuno.  Entre sus características también se destaca que era una mujer hospitalaria, modesta, pero particularmente, Zainab radiallahu anha era muy conocida por su generosidad y simpatía por los necesitados.  Un día, el Profeta Muhammad sallallahu allayhi wasallam, sugirió a Zainab que se casara con Zaid bint Harithah radiyallahu anhu, quien había sido como su hijo adoptivo y esclavo liberado.  A Zainab radiyallahu anha no le agradaba la idea debido a las diferencias sociales entre ellos, ya que Zaid radiyallahu anhu era un esclavo liberado y Zainab radiyallahu anha venía de una familia noble, entonces fue revelada la Ayah 36 de la Surah Al-Ahzab 33 del Corán donde Allah manifiesta que no corresponde a ningún creyente desobedecer lo que Allah y su Mensajero han decretado.   A partir de esta revelación, Zainab radiyallahu anha y Zaid radiyallahu anhu se casaron en obediencia a Allah y a su Mensajero sallallahu allayhi wasallam, sin embargo a pesar de que ambos eran buenos creyentes, sus personalidades no eran compatibles y sus diferencias hicieron que en varias ocasiones, Zaid radiyallahu anhu le pidiera al Profeta sallallahu allayhi wasallam que lo divorciara de Zainab radiyallahu anha, pero el Profeta sallallahu allayhi wasallam le aconsejaba perseverar, sin embargo el matrimonio terminó en divorcio.  En ese tiempo, los árabes tenían el tabú de no casarse con las mujeres que habían estado previamente casadas con sus hijos adoptivos, pero Allah quería terminar con esta  costumbre,    ya que a los hombres únicamente le está prohibido casarse con las mujeres que hayan estado previamente casadas con sus hijos naturales con quienes tienen una relación de sangre, entonces Allah envió a Jibril (Gabriel) para decirle en secreto al Profeta sallallahu allayhi wasallam que Zainab radiyallahu anha un día sería su esposa, lo cual en un principió causó preocupación al Profeta sallallahu allayhi wasallam por temor a la reacción de la gente que veía esto como algo prohibido, por lo que Allah reveló la ayah 37 de la Surah Al-Ahzab 33 del Corán, donde Allah le hizo claro al Profeta sallallahu allayhi wasallam que no debía temer la reacción de su gente sino que debía temer únicamente a Allah y Él le estaba ordenando que casara a Zainab radiyallahu anha para acabar con la costumbre anteriormente mencionada.  Por ello, una vez terminado el periodo de espera de Zainab radiyallahu anha, el Profeta sallallahu allayhi wasallam le envió su propuesta de matrimonio con Zaid radiyallahu anhu, mas ella manifestó que antes de responder, le consultaría a Allah, y mientras ella se encontraba orando a Allah por guía, el Profeta sallallahu allayhi wasallam recibió la revelación que confirmaba que el matrimonio estaba decretado por Allah y entonces éste se llevó a cabo finalmente en el año 5 de la Hijra (emigración).  Durante la celebración del matrimonio, Allah reveló la Ayah 53 de la Surah Al-Ahzab 33, donde manifestó lo concerniente al Hijab y a la prohibición de que otro hombre después del Profeta sallallahu allayhi wasallam casara a las Madres de los Creyentes.   Zainab radiyallahu anha era una buena mujer, aunque algunas veces perdía su temperamento pero entonces se arrepentía y pedía perdón enseguida, como por ejemplo en la ocasión que se refirió a Safiyyah radiyallahu anha despectivamente llamándola judía, por lo que el Profeta sallallahu allayhi wasallam dejó de hablarle hasta que Aisha radiyallahu anha le pidió que perdonara el error de Zainab radiyallahu anha ya que estaba realmente arrepentida y así lo hizo.  En otro incidente se cuenta que algunas de las esposas  del  Profeta   estaban   celosas  de   que  el  Profeta  sallallahu  allayhi  wasallam  se quedara a veces un poco más de tiempo en el apartamento de Zainab radiyallahu anha ya que le daba una miel que era su favorita. 
Zainab radiyallahu anha hizo una pequeña masjid (mezquita) en una esquina de su casa y solía pasar mucho tiempo allí en oración y meditación.   Ella radiyallahu anha acostumbraba a pedir la guía de Allah a través de sus oraciones y súplicas antes de hacer algo o antes de tomar decisiones en su vida.   Zainab era una mujer pura de corazón y muy generosa, todo lo que ganaba lo usaba para darlo en caridad.  En una ocasión, el Profeta sallallahu allayhi wasallam les dijo a sus esposas que la primera que se encontraría con él sallallahu allayhi wasallam en el paraíso sería aquella que tuviera las manos más largas, y así fue, Zainab radiyallahu anha fue la primera de ellas en morir después del Profeta sallallahu allayhi wasallam y sus manos largas se referían a su gran generosidad.  Murió alrededor de sus cincuenta años.  Zainab radiyallahu anha fue un gran ejemplo de creyente de la que podemos aprender en especial su devoción, su confianza en Allah en la toma de sus decisiones, y sobre todo su generosidad.


Fuente:
Artículo "Zainab Bint Jahash" 
Libro:
Great Women of Islam
Autor:
Mahmood Ahmad Ghadhanfar
Traducido del árabe al inglés por:
Jamila Muhammad Qawi
Revisado por:
Sheikh Safiur-Rahman Al-Mubarakpuri 
Editado por:
Muhammad Ayub Sapra
Muhammad Farooq
Publicado en:
Copyright:
© Darussalam 
Resumen y Traducción del inglés al español por:
Este artículo es una versión breve del artículo original, este resumen ha sido realizado y a la vez traducido del inglés al español por "Islam Para La Mujer Hispanohablante".